Existe presencia de extranjeros en territorio indígena. Foto: El Deber
Sumando Voces y ANF
Pueblos indígenas aseguran que los convenios de arriendo con la ficticia nación Kailasa son “un acto de engaño, de abuso y de burla”. Señalan, además, que no vendieron ni un solo metro cuadrado de su territorio.
“Nuestro territorio no está en venta, no se alquila y no es sujeto a ningún tipo de negociación. Nuestro territorio es legado de generaciones que los han cuidado y defendido con sangre y resistencia. Somos guardianes de esta Casa Grande, donde nuestros ríos, montes y caminos guardan la memoria de quienes nos antecedieron y el futuro de quienes vendrán. Por lo cual, ningún grupo externo, con máscaras y títulos de falsas naciones vacías, tiene derecho a pisotear lo que nos pertenece”, dice un pronunciamiento de los pueblos indígenas del Territorio Indígena Multiétnico (TIM II).
Entre tanto, los dirigentes de la nación Baure indicaron que no vendieron ni un centímetro de territorio a Kailasa, y que el contrato fue anulado en septiembre de la gestión pasada debido a que algunas cláusulas no eran adecuadas y eran contradictorias.
«Como baures firmamos la intención de llevar adelante este contrato, pero por algunas cláusulas que no coincidían con nuestras costumbres dimos nulidad en su totalidad a este tratado. Nosotros no vendimos ni un metro cuadrado de nuestro territorio como las redes sociales lo manifiesta», dijo uno de los dirigentes del pueblo indígena Baure.
Los Estados Unidos de Kailasa es, según Infobae, un país ficticio creado por un estafador internacional autoproclamado dios hindú, de nombre Nithyananda Paramashivam, perseguido por la justicia de India, que ya ha tenido problemas con algunos otros gurús falsos y falsificadores.
Los dirigentes de este falso «país» llegaron hasta las comunidades indígenas tras los incendios y, de acuerdo con un video del pueblo Baure, se acercaron a ellos con la promesa de ayuda en tiempos difíciles. No obstante, aseguran que no tenían conocimiento del contenido del contrato que firmaron ya que estaba en inglés.
Los dirigentes del Baure pidieron dejar de hablar sobre el tema, ya que el mismo fue solucionado con su anulación. Asimismo, exhortaron a que se pida disculpas a las personas que fueron involucrados en este tema, pues no lo hicieron con «mala intención».
TIM II
Entre tanto, el Territorio Indígena Multiétnico II (TIM II), de las naciones Tacana, Cavineña y Esse Ejja, denunció y rechazó las intenciones del grupo “ficticio” Estados Unidos de Kailasa que intentaron apropiarse de sus tierras vulnerando la soberanía e integridad nacional. Exigen la nulidad del “acuerdo” firmado.
El Territorio Indígena Multiétnico II señala que ante la información de la firma de “un acuerdo” con ese grupo de extranjeros “inescrupulosos”, algunos representantes de la nación Esse Ejja fueron manipulados aprovechando su situación de vulnerabilidad, para arrancarles una firma con la promesa de dinero fácil.
“Lo ocurrido con el ficticio Estados Unidos de Kailasa es un acto de engaño, de abuso y de burla contra nuestra autonomía y la unidad de las tres naciones que vivimos ancestralmente en lo que hoy se reconoce como el TIM II”, precisa el manifiesto.
En el marco de la Constitución Política del Estado, el Estatuto Orgánico del TIM II, de la jurisdicción indígena “desconocemos y declaramos nulo de pleno derecho cualquier convenio que pretenda ceder nuestras tierras y territorio al ficticio Estado Soberano de Kailasa o a cualquier otro grupo externo que busque enajenar nuestra soberanía territorial”.
Asimismo, declararon personas no gratas y prohibieron el ingreso a las comunidades del TIM II y a todas aquellas personas vinculadas con el ficticio Estado de Kailasa, porque su presencia no responde a una visión de desarrollo, sino de engaño. Advierten que el fondo es lucrar con los territorios indígenas y el medioambiente.
“En nuestra condición de sujetos de derechos, exigimos a las autoridades del Estado Plurinacional de Bolivia que tome medidas inmediatas para garantizar la intangibilidad de nuestros territorios reconocidas en la CPE y leyes afines como marco regulatorio de nuestros derechos territoriales, y que sancione a quienes, desde dentro o fuera del país, se prestan como operadores para negociar la propiedad de algo que no es individual, sino patrimonio colectivo de los pueblos y naciones indígenas: las Tierras Comunitarias de Origen TCO’s. Asimismo, investigue y de con los autores que permitieron el ingreso al país y a los territorios indígenas de personas que lucran con la necesidad de las comunidades indígenas dañando su imagen y poniendo en duda la propiedad y sostenibilidad de los territorios indígenas”, se lee en el documento.
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