La presentación del informe de Milenio, se llevó adelante ante un salón repleto. Foto: Sumando Voces
“Se está dando una devaluación de facto”. “La emisión monetaria creció el 2023 en 18,1% y eso es una bomba de tiempo”. Esas frases, que fueron pronunciadas durante la presentación del Informe de Milenio sobre la economía de Bolivia, resumen el momento delicado por el que atraviesa el país. La primera corresponde al director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, y la segunda, al investigador principal del informe, Luis Carlos Jemio.
Esa situación ha llevado a Bolivia a “una riesgosa tendencia de caída económica y a un agravamiento de los desequilibrios fiscales, monetarios, cambiarios y financieros, que comprometen la estabilidad macroeconómica”, indica el informe, que fue dado a conocer la noche de este martes en un evento público en La Paz.
Por sólo poner algunos ejemplos, Milenio afirma que el déficit fiscal del 2023 llegó a 12,1%, muy cerca del porcentaje dado a conocer por el Gobierno, que reconoció que está por debajo del 11%, aunque se abstuvo de dar porcentaje oficial. “La combinación de menores ingresos y mayor gasto es lo que ha redundado en mayor déficit fiscal”, explicó Jemio.
Otro dato que muestra la gravedad del momento es que la deuda, que justamente fue contraída para cubrir ese déficit, trepó hasta el 81,1% del PIB. La mayor parte de la deuda contraída el 2023 es interna, por tanto, ha salido del Banco Central de Bolivia.
Y, un indicador de que fue calificado como “una bomba de tiempo” por el analista Jemio es que la emisión monetaria ha subido el 18,1% el año 2023, lo que aumenta las presiones sobre la inflación y el tipo de cambio.
Esa emisión monetaria ha llevado, según el director de Milenio, Henry Oporto, a “una devaluación de facto”.
“Hay un incremento preocupante en la emisión monetaria, esto está provocando una presión mayor sobre el tipo de cambio y sobre la inflación y además está generando una brecha cambiaria que en la práctica significa una devaluación de facto de buena parte de los elementos que forman los elementos del mercado”, dijo Oporto.
Las propuestas
Pero, el informe además de presentar el diagnóstico hace una propuesta para “evitar el agravamiento de la crisis y sus efectos de erosión sobre la estabilidad social y política”.
La propuesta consiste, en primer lugar, en bajar el déficit fiscal y, para eso, recomienda la reducción del subsidio a los combustibles, disminución de los empleos públicos y enfrentar “el descalabro de las empresas públicas”.
Indica que hay estudios internacionales que “sugieren una política de eliminación gradual del subsidio, acompañada por una campaña de información a la población. Una fracción del ahorro fiscal que se obtenga debería destinarse a compensar a los sectores de menores ingresos por los precios más altos de los carburantes”.
“Este es un tema que hay que abordarlo para resolver el tema el déficit fiscal”, añade Jemio sobre el tema del subsidio a los carburantes.
Sobre los empleos públicos, Oporto señala que su reducción se justifica porque no son productivos, sino que obedecen al clientelismo político.
Y respecto a las empresas estatales, plantea un debate de fondo. “¿Se justifica un gasto tan elevado en empresas estatales deficitarias y cuya administración es una caja negra? ¿No es más conveniente que la actividad productiva y la creación de empleo quede en manos del sector privado, mientras el Estado centra su responsabilidad en mejorar los servicios de educación, salud e infraestructura pública, tan esenciales para la gente y para el país?”, indica el informe.
¿Recurrir al FMI?
Pero, ¿cómo financiar el salvataje? Milenio sugiere recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque el gobierno de Luis Arce suele rechazar cualquier sugerencia en ese sentido por cuestiones ideológicas.
“Una estrategia de contención y superación de la crisis económica difícilmente podrá eludir la necesidad de buscar un programa de financiamiento con el FMI, que le permita obtener recursos frescos para aliviar la crisis de reservas y divisas”, señala el informe.
Agrega que los actores políticos y la opinión pública en general deben abrir un debate sobre este desafío clave. Lo no cabe es eludir el tema”.
En el plano de la política cambiaria, Milenio propone “unificar el mercado cambiario, igualando el tipo de cambio oficial al paralelo, ya que este último refleja en mejor medida la escasez relativa de la divisa”.
En cuanto a política monetaria, la Fundación demanda la restitución de la independencia del Banco Central de Bolivia y en ese marco “se hace imperioso restituir la vigencia del artículo 22 de la Ley del Banco Central que le prohíbe otorgar crédito al sector público”.
La Fundación especializada en economía también propone eliminar las restricciones a las exportaciones y atraer inversiones.
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