Inicio CXVII Asamblea de Obispos Foto: CEB
En la inauguración de la CXVII Asamblea de Obispos de Bolivia, el presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), monseñor Aurelio Pesoa, felicitó al país por haber vivido unas elecciones en paz y destacó que Bolivia logró en serenidad y democracia entrar a un tiempo nuevo, asegurando que el nuevo contexto nacional exige unidad y responsabilidad de todos los sectores.
En el mensaje, Pesoa reconoció los desafíos sociales y pidió aprovechar las luces de esperanza que se han encendido en el pueblo boliviano para construir una patria fraterna y unida.
“Llamamos a la colaboración de todos en la construcción de una Bolivia con justicia, equidad y verdadero encuentro fraterno. Este no es el momento para los protagonismos, ni para las ideologías, ni para el revanchismo ni para alentar conflictos al servicio de intereses particulares”, destacó.
El presidente de la CEB también se refirió a la situación educativa y sanitaria del país. Manifestó su preocupación por “el deterioro del sistema educativo” y afirmó que se debe encarar una reforma educativa que haga que Bolivia desarrolle a sus grandes talentos. Asimismo, denunció el abandono en que el sistema de salud deja a muchos bolivianos, sobre todo a los más pobres.
“Nos preocupa mucho el deterioro del sistema educativo, el bajo nivel de los estudiantes de primaria y secundaria, que se nota cada vez más, especialmente cuando ingresan en la universidad (…) Nos preocupa el abandono en que el sistema de salud deja a muchos bolivianos, especialmente los más pobres, que es un problema que debemos encarar con soluciones razonables y no ideológicas.”, apuntó.
Por otro lado, Monseñor Pesoa se refirió a los jóvenes en Bolivia, advirtiendo que las familias abandonaron la actividad educativa y la han dejado en manos de la escuela, la universidad o las redes sociales. En ese contexto, alertó sobre una “generación juvenil enormemente dispersa” y llamó a relanzar “con seriedad la pastoral juvenil y educativa”.
El Presidente del CEB recordó con gratitud al Papa Francisco, a quien calificó como “un ser humano excepcional” y pastor de la Iglesia. También valoró la llegada del nuevo pontífice, León XIV, quien, indicó, habla español y desarrolló su apostolado desde la Iglesia Latinoamericana.
Para concluir, monseñor Pesoa hizo un llamado a la fraternidad nacional: “Es la hora de la fraternidad. Es la hora de la justicia. Es la hora de la solidaridad y compasión”. Así pidió que el país camine “hacia una humanidad, una Bolivia y una Iglesia unida y reconciliada”.
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