Esperan para este jueves la liberación de Virginia, la uruguaya encarcelada desde marzo por portar 7 gramos de marihuana para el consumo

Derechos Humanos

|

|

Sumando Voces

Centro penitenciario de Obrajes, donde está detenida Virginia. Foto: La Razón

La historia de las dos mujeres uruguayas encarceladas en Bolivia por portar en su equipaje 7 gramos de marihuana para el consumo ha provocado indignación entre defensores de derechos y activistas y ha conmovido a varios medios de comunicación de Uruguay y de Bolivia.

Se trata de una madre y su hija que llegaron a Bolivia a conocer el salar de Uyuni y el lago Titicaca, pero cuando se disponían a marcharse, el 17 de marzo pasado, fueron detenidas en el aeropuerto de El Alto y, desde entonces viven “una pesadilla infernal”, como afirma Silvia, que fue liberada luego de 106 días de estar presa en la cárcel de Obrajes.

Sin embargo, su hija Virginia sigue detenida, pero ella guarda la esperanza de que este jueves sea liberada en una audiencia fijada por el juzgado primero de sentencia de El Alto, a cargo del juez Pablo Medrano, toda vez que ya se cambió el tipo penal de tráfico a consumo, lo que implica su deportación del país, pero en ningún caso justifica su encarcelamiento.

Ese mismo argumento, es decir, el cambio del tipo penal de tráfico a consumo, permitió la liberación de Silvia, puesto que ella no es consumidora y tampoco estaba traficando con marihuana.

La citada audiencia ya debía realizarse la semana pasada, pero fue suspendida porque el fiscal Diego Boris Farrachol no se presentó, pese a que el juez le dio la opción de conectarse de manera virtual.

Silvia sigue en Bolivia esperando la liberación de su hija y, en su desesperación grabó un audio para pedir ayuda.

“Fuimos tratadas como narcotraficantes y del aeropuerto nos llevaron directo a una celda fría oscura durante cuatro días, la primera noche la pasamos abrazadas, llorando y con mucho miedo, luego ingresamos al penal de Obrajes. Estar presas en un país extraño, aisladas de nuestra familia y amigos, sin nadie a quien recurrir, en condiciones muy es aterrador, los días transcurren lentos y la incertidumbre es bestial, el sueño es lo único que trae alivio y olvido. Con la ayuda de mucha gente, en especial de la Embajada de Uruguay en Bolivia pudimos sobrellevar esta situación sin enloquecer”, dice Silvia en las redes sociales.

“Hoy estoy libre, después de 106 días presa se pudo demostrar mi inocencia, Virginia sigue presa aunque no debería estarlo porque en Bolivia el consumo no se pena con prisión y en el caso de los extranjeros se los pena deportándolos a su país de origen, eso es lo que más deseamos, que la deporten, que mi hija vuelva a casa, ella hora está sola,  aterrada, desesperada, no pedimos ningún privilegio, solo que se cumpla la ley y que el 11 de julio se haga la audiencia prevista para que virginia pueda recuperar su libertad”, suplica esta madre.

En contacto con Sumando Voces, Rodrigo Rey, el abogado de Silvia y Virginia, dijo que la citación para la audiencia de este jueves es de apertura de juicio oral, sin embargo, ya se pidió el juicio abreviado para que Virginia pueda declararse culpable de consumo y pueda regresar a su país.

Mira el testimonio de Silvia, que estuvo presa 106 días:

También te puede intersar:

Comparte:

Noticias

más leídas

Más de 60 organizaciones crean la “Plataforma por la transparencia y la honestidad” rumbo a las elecciones 2025-2026

Advierten que la ley para eliminar el estupro y sancionarlo como violación está trabada por desinformación del caso Evo

Memorias colectivas de la mariconada boliviana

En el Día Mundial de la Libertad de Expresión, periodistas demandan “condiciones dignas para informar”

Ante inacción del Estado boliviano, comunarios de Viacha denuncian contaminación minera en la ONU

Dos instalaciones de la Fundación Munasim Kullakita sufren intento de atentado con explosivos

Estudio en la UMSA: 1 de cada 4 estudiantes ha sido víctima de hostigamiento y acoso sexual

“Se está poniendo en serio riesgo la salud”: Defensoría detecta que 45% de las farmacias institucionales carecen de medicamentos