Después de tantos bailecitos, shows de candidatos disfrazados de héroes griegos, de chapulines, gatos, gallos y capibaras; las urnas hablaron en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno y en limpio, quedan los resultados y el compromiso que debemos asumir las nuevas autoridades para volver a enamorar a una sociedad que, en todo el sistema universitario tiene al 40% de los egresados con empleo y que en el caso de nuestra superior casa de estudios, ha bajado su número de alumnos matriculados de 100 a 85 mil, en plena era del conocimiento y la información, en la que el uso de las nuevas tecnologías es imprescindible en el proceso de enseñanza-aprendizaje, como motor de los objetivos de desarrollo económico y social que debemos buscar. Y en la que se hace urgente la reformulación de la malla curricular de las 54 carreras de las 18 Facultades porque vivimos en una época en el que la Inteligencia Artificial no es ciencia ficción, pues todos los días gana terreno y muchos de los nuevos profesionales podrían quedar aún mas rezagados frente a las necesidades del mercado laboral.
Y en la que debemos considerar como vital mirar a nuestro objetivo, pues nuestros alumnos pertenecen, los mas antiguos, a la “Generación Z” o“Centennials” nacidos entre 1997 y 2012 y los nuevos que nos llegan son de la “Generación Alfa”, nacidos entre el 2010 y el 2024, que han crecido en un mundo digital rodeados de pantallas y contenido visual rápido, situación que dificulta la atención sostenida y la capacidad de procesar información compleja y extensa; y que nos plantea el desafío de nosotros como docentes, de reinventarnos en el oficio, pues la capacidad de ellos, varía entre 2 a 15 segundos para llamar su atención y que esta puede durar hasta 15 minutos, como máximo, según varios estudios.
Con la automatización ganando terreno, el fundador de Microsoft, Bill Gates, una de las voces más influyentes del ecosistema tecnológico global, identifica los conocimientos que conservarán valor en el nuevo mapa del empleo, como una respuesta concreta frente al interrogante de cuáles profesiones no serán borradas por la Inteligencia Artificial.
De acuerdo con Gates son tres campos profesionales que, en su opinión, no sucumbirán ante el avance de la IA: energía, biología y programación. En energía, la transición energética está en el centro de las agendas políticas, científicas y empresariales. Frente al agotamiento de los recursos fósiles y la necesidad de reducir las emisiones contaminantes, el desarrollo de nuevas fuentes de energía sostenible se ha convertido en una prioridad. Gates considera que este sector ofrecerá oportunidades laborales de largo plazo y difícilmente sustituibles por la automatización.
La energía será uno de los campos que continuará resistiendo en el mercado laboral ante la expansión de la IA – (Imagen Ilustrativa Infobae).
El segundo campo identificado por Gates es el de la biología, especialmente en sus intersecciones con la tecnología. Áreas como la biotecnología, la genética y la biología computacional están en plena expansión, impulsadas por descubrimientos que requieren análisis de grandes volúmenes de datos, pero también sensibilidad ética y capacidad crítica.
El tercer y más paradójico campo es el de la propia inteligencia artificial. Para Gates, el desarrollo, entrenamiento y supervisión de sistemas inteligentes. Sin embargo en las tres áreas existen elementos transversales que tienen que ver con la creatividad, el desarrollo del pensamiento crítico y el razonamiento, propiedades que ninguna computadora podrá arrebatar al talento humano, pues las máquinas, por sofisticadas que sean, no pueden generar por sí mismas las arquitecturas que les dan forma ni garantizar su uso ético.
Conviene entonces que en esa reinvención como maestros debemos enseñar a nuestros alumnos a pensar, razonar y ser creativos y que nosotros aprendamos a bailar-enseñando al ritmo de los nuevos tiempos.
Roberto Méndez es periodista y abogado
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