De izquierda a derecha, Franz Alí, Iván Calcina y Eliseo LLave, dirigentes de Nor Lípez, en su visita a Sumando Voces. Foto: Sumando Voces
“El temor es que nos vamos a quedar sin agua”. Con esas palabras, Eliseo Llave, secretario de relaciones de la provincia Nor Lípez de Potosí, expresa su rechazo a la aprobación de los contratos del litio en la Asamblea Legislativa, una posición que está contenida en una resolución de la Central Única Provincial de Comunidades Originarias de Nor Lípez (CUPOCONL), que se reunió en ampliado esta semana, luego de frenar el intento de socialización impulsado por el Gobierno, con el argumento de que no se puede socializar algo que ya está firmado.
Franz Alí, presidente del Comité de Movilización de la zona, cuenta que ya se perforaron 26 pozos en la comunidad de Río Grande, que YLB ya está sacando el agua de 13 de esos pozos y que el líquido empieza a mermar, al punto que se ha secado un pequeño río de la zona. Incluso, dice tener información de que se proyecta perforar otros 10 pozos más para asignarlos a la empresa china CBC.
Iván Calcina, máximo dirigente de la zona, aclara que la región no se opone a la industrialización del litio, pero quiere que ésta sea responsable y con participación de los habitantes de la zona.
Calcina, Alí y Llave visitaron este miércoles la redacción de Sumando Voces en La Paz para exponer los motivos de su rechazo a los contratos del litio y, entre sus demandas, dejaron claro que quieren la anulación del denominado “polígono independiente del Salar de Uyuni”, que ha sido reservado por el Gobierno como tierra fiscal para explotar el litio sin considerar a las comunidades de la zona, que conforman la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) de Lípez.
Las 53 comunidades de la zona demandan también que el Gobierno, antes de proceder a la explotación e industrialización del litio, aplique la consulta previa como manda la Constitución y convenios internacionales, toda vez que allá está la Nación Lípez y no corresponde la reserva del “polígono independiente”.
El ampliado resolvió “la abrogación de la Resolución Ministerial 039/2016 del Ministerio de Minería y Metalurgia, que establece el polígono independiente del Salar de Uyuni, que atenta a la jurisdicción ancestral de la Nación Lípez, así también la resolución administrativa del INRA (DGAT-RES-USUF No 8/2023 de diciembre de 2023), en la que se da en calidad de usufructo el territorio de la provincia Nor Lípez, a favor de YLB”.
“Prácticamente nos están despojando de nuestros lugares”, asevera Franz Alí, quien es oriundo de la comunidad de Río Grande, que está a cinco kilómetros de la plata de producción de carbonato de litio de Llipi. “Prácticamente el polígono independiente abarca todo el salar y nosotros estamos a la orilla del salar”, explica Alí.
El Gobierno pidió a la Asamblea Legislativa la aprobación de dos contratos para explotar el litio, uno con la china CBC y otra con la rusa Uranium One Group, lo que generó el rechazo de diversos sectores de la sociedad, por lo que el tratamiento de los contratos quedó en suspenso en la Cámara de Diputados.
El agua, la principal preocupación
Cuando se les pregunta a los representantes de Lípez qué es lo que más les preocupa, sin dudarlo, los tres dicen que es el agua. “Yo tengo que ser sincero, el agua. No hay mucha agua, la región es árida. El 98% consumimos agua de pozo. Se van a acabar las aguas y es preocupante esta situación”, explica Calcina.
Franz Alí explica que al principio los comunarios de Río Grande dieron autorización a YLB para extraer agua para la planta piloto de litio, pero “abusivamente” ya han perforado 26 pózos.
“Han vulnerado nuestros derechos como pueblos indígenas, campesinos y originarios porque no hubo consulta previa”, dice Iván Calcina, quien asegura que tampoco hubo socialización, aunque no descarta que el Gobierno se hubiera reunido con alguna organización paralela, como suele hacer en estos casos.
“No estamos en contra de la industrialización, pero queremos que se haga una industrialización razonable y con responsabilidad social”, señala.
La vida de Nor Lípez
Los representantes de Nor Lípez explican que los habitantes de la zona viven de la producción de quinua, la cría de llamas y la extracción de minerales, como la ulexista, el plomo y la plata, aunque esta última actividad ocupa únicamente a un 20% de la población.
“La vida es pésima”, dice Llave, quien comenta que mucha gente migra a países vecinos para trabajar.
Frente al avance de los contratos del litio, Calcina no descarta movilizaciones, pero dice que la región tiene vocación de diálogo por lo que la dirigencia recurrirá a denunciar el hecho ante instancias internacionales.
Entre tanto, este miércoles los dirigentes estuvieron en La Paz para hacer conocer su postura en diversas instituciones y medios de comunicación.
Aquí puedes leer la resolución de la Central de Nor Lípez:
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