Hernán Cabrera M.
No solo hemos vivido una jornada de tensión y de recordar la historia de los cruentos golpes militares que protagonizaron Banzer, Natusch, García Meza, que dejaron ríos de sangre, dolor, desapariciones y destrucción de la democracia.
Los historiadores, politólogos, periodistas, sociólogos tienen harta pega para contarle al país lo sucedido realmente el miércoles 26 de junio, eso se los dejamos a ellos, confiando en sus capacidades, honestidad y valentía para no manipular ni mentir al país. Pero lo que queremos compartir con ustedes amables lectores, es la otra dimensión que generó este golpe-autogolpe-simulacro-toma militar-levantamiento armado, en fin, póngale usted el título que desee.
Es otra cosita que vamos a recordar y que explotó a raudales en el boliviano, en ese ser humano, que a pesar de los golpes de la vida, de los autogolpes político-militares y de la desastrosa campaña de la Selección Boliviana de Fútbol, que teníamos esperanza que por lo menos meta algunos goles, pero igual, levantamos cabeza y nos reímos de todo ello
Era como si de pronto se soltó la rienda. La rienda y el poder de la imaginación. Lo del 26 de junio, fue un golpe a la creatividad y a la expresión de la gente. El efecto más inmediato es que se fortaleció la capacidad innata de los hombres y las mujeres para desplegar las acciones y expresiones en el humor, en el chiste para reírnos a raudales, y ojo que los médicos y psicólogos aconsejan que el humor siempre es bueno para la salud.
Más que nunca fuimos partícipes de esa explosión del humor del boliviano que dio rienda suelta a sus capacidades de ingenio, creatividad y lo que decía Santa Teresa: “La loca de la casa”, que no es otra cosa que la imaginación, esa que nos hace volar, nos hace soñar y crear mundos, realidades, textos para sobrellevar de la mejor manera las circunstancias.
Quién no ha visto los tantos memes, fotos sobrepuestas, videos, campañas publicitarias de productos, textos, artes gráficos que retrataron la otra cara del movimiento de tropas militares, que para el poder fue un fallido golpe de Estado. Para el ala evista del MAS fue un simulacro. Para la oposición fue un autogolpe, añadiéndose a la jerga política otra acusación: sos un autogolpista. Para la prensa del poder, que repite el guion del poder: un golpe de Estado. Para la otra prensa, que le agrega la famosa palabrita “supuesto intento de golpe de Estado”. Para la comunidad internacional que apoyó al gobierno de Luis Arce, condenando la vergüenza que protagonizó una tropa de militares, que hoy están en las cárceles.
La historia tendrá que aclarar, pero también deberá tener en cuenta el humor que provocaron. En Francia, en mayo de 1968, los jóvenes gritaban “la imaginación al poder” y en el 2024, en Bolivia esa imaginación hizo bailar al poder en todos los ritmos posibles y con toda su fuerza para interpelarlo, pero con bastante humor y sonrisas.
Con seguridad las compañías de humor, como Chaplin Show, el show de Mier, Ficosshow, Yenny Serrano, Pablo Uriona, David Santalla y tantos otros, tendrán mucho material para sus números artísticos: desde la aparición del ministro de Gobierno golpeando una tanqueta; la cara del general Zuñiga con bolo de coca en la boca; la tanqueta con las ruedas atravesadas; las sonrisas de algunos ministros en plena discusión del presidente con los militares alzados; la transmisión en vivo y directo de las incidencias de esta acción militar. Tienen suficiente material para alegrarnos un poco más la vida en medio de tantos problemas que todos los días tenemos que enfrentar y superar, los cuales se acentuaron luego del miércoles 26 de junio. Gracias al gobierno, a los militares y a su espectáculo que nos ofrecieron: los precios de los productos alimenticios y medicamentos están en un alza imparable; no hay dólares o si lo hay están a Bs 9 a 10; las pugnas políticas están al rojo vivo; el narcotráfico y la delincuencia actúan de forma normal; la corrupción y los corruptos andan felices e impunes; los autoprorrogados siguen en sus funciones; la injusticia que se impone, etc, etc.
El humor sigue presente luego de varios días de registrado este hecho histórico, esperando que el poder y la justicia no piensen que los humoristas están en aprestos golpistas o autogolpistas, sino que nos están haciendo más llevadera la vida, claro con humor, disfrutando de cada uno de los videos, memes, fotos, artes gráficos, afiches que nos muestran payasos, el mejor empleado del mes de los supermercados, premiaciones a la mejor película boliviana, campañas de combo del golpe con hamburguesas, chorizos, etc.
Santa Teresa decía que la “imaginación es la loca de la casa”, y le soltaba a ese poderoso sentimiento del ser humano, para crear y acercarse más a los seres divinos y para decirnos que todo ser humano tiene en su corazón, en su mente y en su espíritu esa capacidad de la imaginación y que debemos cultivarla.
Pues en Bolivia, “la loca de la casa” está y estuvo suelta, nos viene llenando de tantas cosas imaginativas como producto de un hecho real, concreto y violento como ese que ha recibido varios calificativos: golpe-autogolpe-asonada militar-simulacro-show político-toma militar-insurrección militar-aventura personal….
“¡Esa es la actitud! La mejor arma para sobrevivir en este mundo de locos no es la lógica ni la fuerza física. Es el sentido del humor ¿Cierto? Dijo Rintaro”, nos dijo Sosuke Natsukawa, escritor japonés.
–0–
Hernán Cabrera es periodista y Lic. en Filosofía
Las opiniones de nuestros columnistas son exclusiva responsabilidad de los firmantes y no representan la línea editorial del medio ni de la red.