El director del Sernap, Jhonson Jiménez. Foto: Sernap
El director del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), Johnson Jiménez, se encuentra en el ojo de la tormenta porque un exfuncionario planteó una denuncia en su contra por el mal uso de bienes públicos, existe una carta de la Unión Europea que pide aclaraciones sobre los fondos de la cooperación que llegan a esa institución y, además, despidió injustificadamente al guardaparque Marcos Uzquiano y fue parte del equipo del ahora exministro de Medio Ambiente, Alan Lisperguer, quien fue destituido del cargo por corrupción.
La senadora ambientalista de Comunidad Ciudadana (CC), Cecilia Requena, exigió la renuncia de Jiménez porque, según dijo, existe un nexo con el ministro saliente y porque hace casi un año, la Unión Europea envió una carta al Ministerio de Medio Ambiente “reclamando aclaraciones y procedimientos para evitar fraude e irregularidades en la donación y cooperación de recursos de la Unión Europea al ministerio de medio ambiente y que eran también utilizados por el Sernap”.
Indicó que esto es importante porque existe “un nexo entre el ministro corrupto que ha sido destituido y el director del Servicio Nacional de Áreas Protegidas, que sigue en su puesto pese a haber perdido un amparo constitucional que defendía a un guardaparque notable, Marcos Uzquiano, que fue echado de manera abusiva”.
La justicia dispuso la restitución de Uzquiano en su cargo de guardaparque y exigió que el Sernap le dé garantías para su trabajo.
Por lo tanto, “exigimos la destitución de esta autoridad”, dijo Requena, quien además anunció una petición de informe sobre las irregularidades en esa institución.
Entre Tanto, Manuel Mamani, exchofer del Sernap, informó que el año pasado presentó una denuncia en la Fiscalía contra el director de esa entidad por los presuntos delitos de uso indebido de bienes del Estado, tráfico de influencias y abuso laboral, además de otras “irregularidades” durante su gestión, según una nota de ANF.
Denuncia-contra-Johnson-U-1“Él a los hermanos de los pueblos no les atendía. Más le interesaba ir a los lenocinios, a las farras, a las tres de la mañana yo tenía que estar durmiendo en el auto esperándole a él. (Le gustaba) las discotecas y lenocinios”, sostuvo en declaraciones a radio Fides.
Relató que Jiménez hacía uso “abusivo” de su cargo al hacerle comprar condones y calzoncillos cuando viajaban a Yacuiba y se hacía llevar a lenocinios.
Dijo que él era consciente que ese no era su trabajo, pero “me decía hay capacidad o no”, como insinuando si podía o no hacer lo que le pedía, contó que le restregaba su contratación “gracias a mí comes”, como si él me hubiera pagado mi sueldo, a mí me contrataba el Estado, precisa.
“Cada fin de semana, viernes a sábado tenía que estar full la gasolina y 120 litros de gasolina para viajar a su comunidad, para su uso particular. (Si) no lo hacía recibía mi ‘putazo’. Lo llevaba a Villa Fátima y él se iba en el vehículo (institucional)”, detalló.
Además, dijo que Jiménez también usó el vehículo y a los funcionarios durante una fiesta patronal en Alcoche, donde hizo trabajar a los servidores públicos limpiando o pintando la iglesia.
Afirmó que en una ocasión chocó una de las movilidades y con los servidores de su confianza lo llevaron a un mecánico contratado por ellos para que arregle los desperfectos que quedaron de ese hecho.
Mamani que ha sido procesado con acusaciones falsas, exigió al Sernap a presentar las pruebas. “Me toman la represiva por los 400 litros que se usó para su fiesta. Ellos me hacen un proceso”, señaló al exigirles que presenten las pruebas de descargo.
El exfuncionario dijo que desde que empezó a denunciar ha recibido amenazas, presiones, incluso fue objeto de robo y agresiones.
El exfuncionario del Sernap dijo haber presentado su denuncia en primera instancia al Viceministerio de Transparencia, pero a no existir respuesta, la llevó a la Fiscalía.
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