Carlos Derpic
El pasado 6 de febrero murió el ex presidente de Chile, Sebastián Piñera, en un accidente de helicóptero que él mismo pilotaba, en Lago Ranco, al sur del país transandino. Como se sabe, fue un presidente conservador, que llegó a La moneda en dos ocasiones por la vía de elecciones, en los períodos 2010-2014 y 2018-2022. Cercano a la democracia cristiana, Piñera hizo campaña por el NO en el plebiscito 1988, que fue la posición contraria a la permanencia de Pinochet en el gobierno y la que en definitiva ganó.
Según se supo después del accidente, el helicóptero en que viajaba, acompañado de su hermana, su amigo y el hijo de éste, cayó al lago y, lo primero que hizo, fue decir a sus acompañantes que salieran primero ellos, que él lo haría después. No pudo. El helicóptero se hundió más de 40 metros en el lago y murió.
Inmediatamente conocida la noticia, el presidente chileno, Gabriel Boric, que forma parte de una coalición opositora a la de Piñera, por cadena nacional, dijo que Piñera fue un «demócrata desde la primera hora y contribuyó, desde su visión, a construir grandes acuerdos por el bien de la patria». Y elogió las medidas estratégicas de Piñera en tres momentos: la reconstrucción tras el terremoto de 2010, el rescate ese mismo año de los 33 mineros atrapados en un socavón en el desierto de Atacama y su labor durante la pandemia por la covid19. Anunció que tendría un funeral de Estado, en su condición de expresidente. En el funeral, Boric dijo que las movilizaciones de 2019 que tuvo que enfrentar Piñera fueron exageradas.
Por otro lado, José “Pepe” Mujica, ex presidente de Uruguay y ex guerrillero del movimiento “Tupamaros”, encarcelado varios años durante la dictadura que asoló a su país en las décadas de los 60 y 70, también ubicado en la vereda de enfrente de Piñera, expresó su consternación por el fallecimiento del exjefe de Estado y destacó su gestión durante la pandemia de covid-19: “Recuerdo que Piñera puso un avión para traernos las primeras vacunas de China a Uruguay. Siempre se lo tenemos que agradecer. Son gestos que van más allá de las ideas”, comentó.
Hizo conocer que, pese a sus diferencias políticas, mantuvo a lo largo de los años una relación respetuosa, añadiendo que cada vez que Piñera viajaba a Uruguay lo llamaba por teléfono y se veían. Incluso, contó que la última vez que estuvo en Chile desayunó con él. Añadió que, más allá de miradas distintas, hay que reconocer la representatividad de quien está al frente de una nación y, como tal, hay que evitar discutir las diferencias y tratar de conversar aquellas cosas en las que se pueden tener acuerdos. Terminó señalando que sentía mucho no poder estar en su despedida y que sentía mucho más la desgracia que le pasó.
¡Qué diferencia entre estas personas y aquellas otras para quienes la política es odio y los adversarios enemigos! ¿Recuerdan a Luis Arce en Tarija, en el cierre de campaña del MAS para las elecciones departamentales y municipales el 2021, diciendo que su gobierno había mandado vacunas para el pueblo tarijeño y los médicos y no para los ricos, para la oligarquía tarijeña, con la que, sin embargo, departe amablemente?
¿O al presidente argentino Milei, refiriéndose al papa Francisco como “representante del maligno en la Tierra”, “hijo de puta que predica el comunismo” o “sorete mal cagado”, para luego abrazarse efusivamente con él? Si de Milei se trata, no es sólo eso, sino que ha identificado culpables del fracaso de su ley “ómnibus” en el congreso argentino, ha destituido a algunos de los supuestos culpables y ha quitado el subsidio al transporte en el interior, amenazando a los gobernadores que no se alinean con él, que los dejará sin un peso. (¡Cuánto parecido con Evo Morales y Luis Arce)
Igual actúan quienes propugnan una “proyecto único, partido único y líder único” como hizo “Satuco” hace algunos años, o como el bufón que preside el Salvador, que ha dicho que con él a la cabeza, está emergiendo la “democracia de partido único” en el mundo.
Sería bueno poner un alto a la soberbia y a los afanes de pretender imponer un solo proyecto y una sola concepción de la naturaleza, el mundo y el yo El stalinismo de todo tipo debería acabar ya, por el bien de la democracia y por el bien de todos.
¡Gracias por el gran ejemplo que ha emergido de la trágica muerte de Sebastián Piñera!
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Carlos Derpic es abogado.
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