Wilma Mendoza y Pablo Solón participan del programa Sumando Voces en Directo.
Desde “cero fuego” para la habilitación de parcelas de cultivo hasta cambiar el modelo de desarrollo por uno sostenible son algunas de las propuestas que fueron lanzadas por los participantes del programa Sumando Voces en Directo que se emitió este jueves, con la presencia del director de la Fundación Solón, Pablo Solón, y la presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB), Wilma Mendoza.
“De aquí a tres, cuatro, cinco años, Bolivia tiene que ser un país que ya no use el fuego. Tenemos que tomar acciones para impulsar el chaqueo sin quema”, dijo Solón.
Siguiendo la línea de la Consulta Popular por la Vida, Solón propuso exigir sanciones para las propiedades medianas y grandes que hayan provocado incendios ilegales, lo que quiere decir que esos predios tendrían que ser revertidos al Estado.
Y, paralelamente, informó que en Legislativo se está buscando consenso para una ley que prevenga los desmontes ilegales, donde se pedirá que se incluyan las sanciones. “Nosotros creemos que para evitar los incendios, las sanciones tienen que ocurrir ahora. Si los que quemaron, sean avasalladores o sean medianos y empresas, no son sancionados ahora, al año vamos a volver a vivir lo mismo”, dijo.
Si bien los resultados de la consulta aún no se conocen, ésta apunta a presionar al Estado para que tome medidas que eviten en el futuro inmediato los incendios forestales.
Las otras propuestas, que también están incluidas en la consulta popular, son la anulación del paquete de leyes incendiarias, que se asegure la pausa ecológica por un tiempo que permita restaurar los ecosistemas dañados, que el Estado promueva el modelo de la agroforestería, agroecología y ecoturismo, y que se incremente el presupuesto para el sector agua y medio ambiente de 0,7% a 10%.
Puso como ejemplo del modelo sostenible a los municipios de Alto Beni y Palos Blancos, que se han declarado libres de minería y se han declarado agroecológicos, “porque creemos que la alternativa de fondo a esto es ir hacia otro modelo de desarrollo, un modelo de desarrollo basado precisamente en la agroforestería, en el ecoturismo, en la agroecología y no más en la expansión de monocultivos, ya sean de soya o de caña de azúcar y en una ganadería que es incendiaria”.
Wilma Mendoza dice que los pueblos indígenas ya aplican un modelo sostenible “con prácticas tradicionales de hace muchos años”, por lo que pide que cualquier formulación de política pública en este sentido, el sector indígena sea convocado para aportar con su experiencia. “Lastimosamente el Estado se encierra en cuatro paredes y formula su política pública y llega a los pueblos indígenas incentivando y motivando al monocultivo o criar ganado”.
Considera que también es importante la educación para los jóvenes y el incentivo para los pueblos indígenas que adopten este tipo de desarrollo en favor del medio ambiente.
¿Cuándo se debe dar el salto hacia un nuevo modelo? “Tiene que ser un proceso, pero no puede ser un proceso muy largo, porque mientras más tarde más se queman nuestros bosques”, señala Solón, quien habla de una transición que debería durar entre unos tres y cinco años.
Considera que ahora no es fácil porque hay sectores económicos que tienen mucho poder, como los cooperativistas, interculturales y el sector del agronegocio, que han hecho retroceder al Gobierno en algunas medidas adoptadas últimamente, como la pausa ecológica.
Respecto a los reparos sobre la escasa capacidad que tendría la producción agroecológica para alimentar a todo el país, Solón dijo que en realidad los grandes productores no alimentan al país como se cree, sino que la mayor parte de su producción se destina a la exportación.
Ambos panelistas repararon en las grandes afectaciones que dejaron los incendios en los pueblos indígenas, lo que prueba que no fueron sus habitantes los responsables de las quemas. Por ejemplo, Solón dice que se quemó más del 70% del territorio de Monteverde y Mendoza señala que los habitantes de las comunidades no pudieron haber quemado su propia casa.
Por el contrario, ellos han tenido que escapar del fuego que llegaba de otras parcelas. “Hay comunidades que han tenido que evacuar enteras”, dice Mendoza, quien señala que “el problema “sigue siendo candente dentro de las comunidades, porque todavía las lluvias no están llegando”.
“Es inaudito que los mismos pueblos indígenas podamos provocar la quema de nuestra misma casa. Sin nuestra casa común, nuestra casa grande, no somos nadie. Dentro los pueblos indígenas se ha visto que todos los fuegos que han llegado a los territorios son venidos de afuera”, comentó.
Tierras fiscales y TCOs
Solón presentó datos que muestran que los incendios aumentaron en las tierras fiscales “no disponibles”, es decir, que el Estado puso en reserva, y también en las Tierras Comunitarias de Origen (TCOs). Y, por otro lado, mostrando datos dice que lo que más se ha quemado es el bosque, llegando a un 60% del total.
La hipótesis de Solón es que los interculturales están incendiando esas tierras para luego exigir su dotación, pese a que están reservadas para el Estado.
“Nuestro llamado a las autoridades, a la sociedad civil, a la a las universidades y a todas las instituciones a que actuemos ahora. El chaqueo sin quema lo podemos empezar a promover, pero desde ahora, no faltando un mes para la época de la siembra”, señala.
El programa Sumando Voces en Directo emitió un ciclo de cinco foros denominado «La sociedad civil en emergencia», que abordó la problemática de los incendios desde diversos ángulos.
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