Gabriela Canedo Vásquez
Hace un mes impartí un módulo en la Maestría en Investigación Cualitativa, de la Universidad Mayor de San Simón. Tuve la oportunidad y fortuna de revisar los avances de investigación de quince maestrantes quienes, a modo de artesanos, las esculpen. Sacar adelante una tesis de maestría es una hazaña la mayor parte de las veces, si es que además el estudiante debe trabajar y hacer otros oficios. Sin embargo, en estos jóvenes el talento existe, y la pasión también; pues vi la curiosidad e interés en pulir la pericia de investigar.
En el transcurso del módulo que dicté, y a medida que los maestrantes iban socializando sus avances de tesis, algunos de ellos me llamaron la atención por dos razones principalmente: la primera, contaban con un sólido trabajo de campo, los datos obtenidos son muy interesantes y reflejaban la complejidad de la realidad, porque sus afirmaciones van en el sentido de mostrar los grises, los matices, y segundo porque las temáticas tratadas son problemáticas sociales urgentes.
Por cuestión de espacio comentaré solo algunas de las investigaciones, que son desarrolladas en su mayoría por mujeres. Una de ellas se adentra en las condiciones de vida de las trabajadoras sexuales, lo que llevó a la tesista a entender las redes, los eslabones y el funcionamiento del trabajo sexual en la zona del Chapare. El riesgo de salud que corren las trabajadoras sexuales, la identificación de los eslabones de reclutamiento de mujeres y los “peces gordos” del negocio, me pareció un aporte a un tema central poco estudiado.
Otra de las pesquisas problematiza la forma en la que las mujeres de un barrio del municipio de Sacaba tratan la diabetes tipo II que padecen y a la que denominan “la enfermedad de la pena”. Lo interesante, a partir de las entrevistas y etnografía realizada por la estudiante, es que las pacientes acuden tanto a la medicina convencional alópata, como a la tradicional para hacer frente a la enfermedad y la transmisión e intercambio de conocimiento que se da entre ellas, cobra una relevancia notable.
Otro de los temas que aborda una problemática social se centra en indagar acerca del cuidado de los ancianos en los municipios de Llallagua y Uncía. La investigación muestra que las responsabilidades entre la familia, el sector público y privado que asumen el cuidado de los ancianos, se hallan envueltas en un discurso y acción que los discriminan y condicionan la vida de estos.
Una de la tesis de carácter interdisciplinar realizada por una odontóloga trata sobre la indagación de los factores socioculturales que emplean las familias para prevenir la caries dental en un barrio del municipio de Tiquipaya. Lo interesante de esta investigación radica en que aquellas familias (las menos) que mantienen una alimentación lo más alejada de los azúcares y los alimentos procesados, así como el cuidado y protección que se da al interior de estas, cuentan con una buena salud dental, respecto a otras en las que el azúcar y alimentos procesados, propios de la modernidad, está presente en sus dietas.
Dos de las tesis se centran en la Amazonia del país, una enfocándose en la actividad minera del oro, poniendo en el centro la crítica al modelo de desarrollo económico de corte extractivista y la otra indaga acerca del significado de la adolescencia en el pueblo indígena Esse Ejja. Estas investigaciones revelan lo que acontece en la amazonia y la etnografía realizada por las tesistas, refleja un robusto trabajo de campo. Finalmente, una de las estudiantes, analiza el papel de la construcción de género que se hizo sobre las actoras políticas Eva Copa y Jeanine Añez quienes jugaron un rol importante en el conflicto del 2019.
Estas investigaciones de alta calidad, realizadas por las artesanas del conocimiento, no tienen nada que envidiar a las producidas en otros países. Sin embargo, sí se da una brecha en las condiciones de estudio de las y los maestrantes. La universidad, fuente del conocimiento, tiene que volcar sus esfuerzos y recursos en incentivar la investigación, apoyando mediante un programa de becas de posgrado, porque el talento existe y la importancia de averiguar y develar lo que ocurre en la sociedad mostrando una realidad nada complaciente es vital.
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Gabriela Canedo es socióloga y antropóloga
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