¿Por qué el gobierno de Luis Arce apoya a Maduro en un proceso electoral del que ha sido excluida la principal líder opositora, María Corina Machado? El académico boliviano radicado en México, Rafael Archondo, responde a esa y otras preguntas en esta entrevista con Sumando Voces.
Indica que la izquierda latinoamericana está fracturada entre los que apuestan por la democracia y los derechos humanos, como los presidentes de Colombia, Gustavo Petro; de Chile, Gabriel Boric, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; y los otros, a los que llama estalinistas, entre los que están Cuba, Venezuela y Nicaragua. ¿La pregunta obvia entones es dónde se ubica Bolivia?
Archondo es doctor en investigación social con especialización en ciencia política, maestro en periodismo profesional y licenciado en Comunicación Social.
¿La izquierda latinoamericana se está dividiendo? Por un lado, están Petro y Boric, con una posición democrática; y, por otro, están Cuba, Venezuela y Nicaragua.
La izquierda latinoamericana ha hecho intentos en los últimos meses para tratar de reunificarse. La crisis en Venezuela, los fuertes cuestionamientos contra el gobierno de Nicaragua, la renuncia de Evo Morales en Bolivia, todos esos elementos configuraron un momento de crisis del ALBA y a ello se sumó la elección de Gustavo Petro en Colombia y de Gabriel Boric en Chile. Estas nuevas victorias de las izquierdas latinoamericanas marcaron un importante matiz. Tanto Boric como Petro se distanciaron de Caracas y del ALBA por las situaciones particulares de sus países y porque sus líderes se colocaron en una posición crítica frente a la tendencia reeleccionista, la perpetuación del poder en Nicaragua, el caso de Evo Morales en Bolivia y, por supuesto, en el caso de Maduro. Ahí yo creo que hubo una fractura y luego se fue gestando un ámbito de posible unidad a partir del grupo de Puebla, que es una especie de bisagra entre estas dos posiciones. Creo que en este momento hay un intento por consolidar, una especie de eje de la izquierda latinoamericana, pero la inhabilitación de María Corina Machado de forma absolutamente irregular y en contra de los acuerdos de Barbados, ha hecho prácticamente imposible. Yo creo que en este momento hay una brecha que también involucra al gobierno de Lula, que está más cercano a Petro y a Boric que al ALBA en este momento. Yo creo que ahí está fractura que se ha profundizado este año 2024, con la inhabilitación de Corina Machado y ante la inminencia de unas elecciones en Venezuela que no cuentan con la principal líder de la oposición venezolana, lo cual las convierte en unas elecciones bastante cuestionables e incluso ilegítimas.
¿Cuál es la posición de Bolivia ante estas dos corrientes? Hace poco la Cancillería emitió un comunicado de apoyo a Maduro, luego de dejar fuera de las elecciones a la oposición.
La situación de Bolivia es particular porque, como se ha producido una división al interior del MAS, entonces este asunto local ha generado una especie de perplejidad en los otros actores de izquierda. Yo creo que ninguno de ellos atina a decidir con quién o con qué fracción del MAS inclinarse. Yo creo que ahí hay una perplejidad que se reflejó en la visita de varios líderes del grupo de Puebla a Santa Cruz hace días, donde se reunieron con Luis Arce e intentaron un acercamiento, pero no lo lograron. Evo Morales les pidió que ellos intercedan para que él no sea inhabilitado, probablemente lo hicieron, pero el conflicto interno del MAS no ha cesado. Yo creo que la izquierda latinoamericana mira con cierta perplejidad lo que está sucediendo en Bolivia, no entiende bien cuáles son las razones de la disputa interna y preferiría que el MAS se vuelva a unir. En el momento en que la división del MAS se haga irreversible, quizás con la presentación de dos candidaturas, el próximo año, entonces la izquierda latinoamericana en sus versiones dura o más moderada va a tener que tomar una posición.
¿El último comunicado de la Cancillería apoyando a Maduro es un alineamiento de Arce con el grupo de los duros o todavía hay dubitaciones?
Esa perplejidad que hay frente al conflicto interno del MAS, también se produce en las fracciones del MAS respecto al contexto latinoamericano. Están viendo cuál de las opciones y los proyectos tiene la mayor viabilidad. Efectivamente, como tú bien dices, han preferido apoyar a Maduro y alejarse en ese sentido de Petro y de Lula. Entonces la situación es realmente muy compleja, es una olla de grillos porque en el momento en que tú tomas posición por uno te alejas de los otros, y como no hay un discurso único, como hay dos narrativas acerca de Venezuela, como Petro y Boric han abierto otra posibilidad de ser de izquierda que no estaba en los guiones previos de los duros como tú les llamas, entonces ahí surge una serie de inconvenientes y de desfases en el discurso.
¿Esta fractura podría ahondarse por los DDHH? ¿Esta izquierda democrática sí respeta los derechos humanos, frente a la izquierda de Maduro y de Ortega?
Esta corriente de Boric y Petro tiene una actitud reacia hacia el reeleccionismo. No hay una disposición de hacer cualquier cosa por mantenerse en el poder. Boric continuamente ha reconocido las derrotas de su tendencia dentro de Chile, un comportamiento ejemplar que no podemos encontrar ni en Maduro, ni en Morales y mucho menos en Ortega. Y lo otro es la defensa, no solo de las reglas democráticas, sino también de los derechos humanos, la búsqueda de alguna manera de una sociedad mucho más democrática. La idea de Boric es que a la democracia se la defiende con más democracia Y un tercer punto que yo agregaría es que Petro tiene una posición antiextractivista. Es una izquierda distinta, a la cual se puede sumar también la experiencia de Lula, que soportó cárceles, soportó una serie de inhabilitaciones y logró recuperar el poder con mucho esfuerzo, pero siempre manteniéndose en una actitud democrática. Creo que esos elementos separan a Lula, Petro y Boric de Maduro, Ortega y eventualmente del MAS, si es que se reunifica o incluso sus dos fracciones, las que actualmente vemos pelearse todos los días.
¿Por qué Arce se alinea con Venezuela si tiene la posibilidad de estar con la izquierda democrática? ¿Tiene algo que ver el tema interno en sentido de que quiere mantener a sus bases contentas con esa posición radical y dura?
Esta es una pregunta muy interesante. Creo que Arce no se ha atrevido a romper con Cuba, Venezuela o Nicaragua, por una razón muy simple, porque Evo Morales está reproduciendo el discurso que tuvo Correa contra Lenin Moreno. A Evo Morales le interesa mucho demostrarle a los votantes y seguidores del MAS que Arce se ha derechizado. Ese es uno de sus objetivos, incluso varias veces ha utilizado el término Lenin Moreno 2, para referirse a Arce. Cualquier atisbo que llevara a creer que Arce ha tomado una posición más moderada, más similar a la que tuvo efectivamente Lenin Moreno, le podría permitir a los Morales atacarlo por ese flaco con mucha fuerza. Hasta ahora Morales nunca ha podido demostrar que ha asumido una posición de derecha y Arce sabe que debe mantener esa postura. La parte internacional sirve mucho para definir identidades, para definir cuál sería la manera de atacar al adversario. Arce ha mantenido con mucha habilidad un cierto silencio, un respaldo no tan abierto, pero sí efectivo con los duros como tú les has llamado, sin perder su conexión con los otros. Es evidente que ni Boric ni Petro tienen esa consolidación que tienen Cuba, Venezuela y Nicaragua, son presidentes débiles, muy cuestionados; entonces, también es verdad que esos son los caballos más débiles y a veces uno prefiere sumarse a los más fuertes, como Maduro, que ha logrado sortear una crisis descomunal y ha logrado salir adelante cuando todo el mundo pronosticaba su caída.
Yo les llamo duros. ¿Qué les llamas tú?
Me gustó el término que usaste, es un término más o menos neutro, creo que ellos también estarían de acuerdo en ser llamados así, pero si somos estrictos, representan una continuación de la revolución cubana, cuya característica esencial es no dejar jamás el poder que tomaron con las armas. Creo que este concepto es el credo fundamental que también sostiene doctrinariamente a Daniel Ortega y Evo Morales. No sé si llamaremos a esta corriente duros o neoestalinistas, que es más agraviante, pero quizá más preciso y más fiel con la historia.
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