Candidatos opositores aprobando las políticas plateadas por el sector agropecuario. Foto: Captura Canal Rural
Durante el foro organizado por la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), los tres principales candidatos de la oposición, Jorge Quiroga, Samuel Doria Medina y Manfred Reyes Villa, coincidieron en reconocer al sector agropecuario como el motor del desarrollo nacional, además de hacer una serie de promesas, entre ellas, el acceso irrestricto a los transgénicos y el levantamiento del cupo para las exportaciones. El candidato del denominado bloque popular, Andrónico Rodríguez, también estaba invitado, pero no asistió a la cita.
Analistas del sector de la sociedad civil indicaron que los candidatos prometieron la continuidad del modelo económico, que se ha puesto en cuestión sobre todo el último año por la deforestación, los incendios y la contaminación vía proyectos extractivistas. Y, por otro lado, aseguran que la promesa de introducir la biotecnología está basada en datos falsos de la CAO sobre el incremento de la producción.
“Lo de ayer (el foro) fue, en esencia, una promesa de continuidad del modelo. Un modelo de saqueo de tierras, de desmonte financiado por fondos de pensión, de créditos verdes que se vuelven grises apenas tocan suelo chaqueño o amazónico. Un modelo donde el crecimiento del sector agroexportador es inversamente proporcional a la seguridad alimentaria y a la justicia ecológica”, expresó el investigador y activista Stasiek Czaplicki, mediante sus cuenta de Facebook.
El presidente de la CAO, Klaus Frerking, en la parte previa al foro, dijo que «el modelo de agotó» y que «el país necesita algo distinto», pero, en realidad se estaba refiriendo a liberar al agro de los controles estatales.
Entre tanto, el investigador de la Fundación Tierra, Gonzalo Colque, aludió a la presentación Frerking, en sentido de que las semillas transgénicas duplicarán la producción de soya y triplicarán la de maíz. “El problema es que las cifras de la CAO no tienen sustento. Se apoyan en un estudio de la UAGRM que dice que las semillas transgénicas multiplican los rendimientos agrícolas. La exageración es tanta que incluso contradice los propios estudios de las multinacionales dueñas de las semillas genéticamente modificadas”, escribió Colque.
El especialista citó como ejemplo a Bayer, que afirma que la “soya Intacta” tiene un diferencial de rendimiento del 6,4%; también a Graham Brookes (2018) que, tras estudiar cuatro países de la región (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) estima una mejora promedio de 9,2%. Entonces, ¿de dónde saca la UAGRM —y por extensión la CAO— que las cosechas pueden duplicarse o triplicarse?”.
“Que los candidatos se hayan entusiasmado sin cuestionar nada, ya es grave. Prometer cielo y tierra a partir de datos directamente falsos muestra un desconocimiento inaceptable de la realidad agraria. Pero lo más grave es lo que hicieron los agropecuarios: falsear la realidad para arrancar promesas a nombre de un “foro técnico y transparente”, agregó.
Previamente, Colque había señalado que “si en verdad la “biotecnología” es la solución a todos los males, que el Foro sirva para que firmen un compromiso entre ambas partes, agropecuarios y candidatos, obligándose a eliminar los subsidios directos e indirectos. Así tienen “biotecnología”, “compiten de igual a igual” y pagan verdaderos impuestos”. Entre los subsidio, Colque citó el precio del diésel y la baja presión tributaria sobre el sector soyero.
Entre tanto, el analista económico Gonzalo Chávez opinó que el gran ausente del foro no fue Andrónico Rodríguez, sino el medioambiente. “En el foro agropecuario hubo de todo: candidatos repitiendo “sí” como alumnos en examen oral, promesas recicladas y un gran ausente… no, no Rodríguez, el medioambiente. Ese elefante que quema bosques, pero no da votos. Y claro, nadie lo invitó”, escribió en su cuenta X.
Chávez se refiere a la metodología del foro, que obligaba a los candidatos a responder con un cartelito sí o no a 10 preguntas relacionadas con el sector. Los tres asistentes respondieron sí a nueve de las 10 preguntas. El único disenso lo marcó Doria Medina, quien votó por el no cuando se les consultó si sacarán de la lista de substancias controladas a los combustibles.
Si bien Samuel Doria Medina tiene una propuesta al respecto e incluso varios de sus candidatos son ambientalistas, durante el foro dijo: “Nos interesa un desarrollo ambientalmente responsable, pero como les he dicho a los agropecuarios: en los próximos años, si en algún momento hay contradicción entre el medioambiente y la producción, no voy a dudar definir por la producción”.
Las 10 preguntas
- ¿Reconocen al agro como motor principal de la economía nacional y lo van a priorizar en su plan de gobierno?
Los tres dijeron sí.
2. ¿Están a favor de proteger y respetar irrestrictamente la propiedad privada y rural en todo el territorio nacional?
Los tres dijeron sí.
3. ¿Impulsarán la titulación de tierras productivas individuales para campesinos, indígenas y pequeños productores en plazos definidos?
Los tres dijeron sí.
4. ¿Están de acuerdo en ampliar la verificación de la Función Económica y Social para que sea cada 10 años?
Los tres dijeron sí.
5. ¿Están de acuerdo con liberar las exportaciones agropecuarias sin necesidad de cupos ni autorizaciones previas?
Los tres dijeron sí.
6. ¿Ustedes harán cumplir la CPE que garantiza la libre transitabilidad de las carreteras para asegurar alimentos a todo el país?
Los tres dijeron sí.
7. ¿Autorizarán el uso sin restricción de la biotecnología y eventos transgénicos en la agricultura boliviana?
Los tres dijeron sí.
8. ¿Eliminarán el control estatal de las bandas de precios, cupos de abastecimiento para productos agrocupecuarios?
Los tres dijeron sí.
9. ¿Eliminarán los carburantes de la lista de sustancias controladas?
Tuto y Manfred dijeron sí, y Samuel dijo no.
10. ¿Harán funcionar las comisiones agraria nacional y departamental para la mejor coordinación del manejo del atierra?
Los tres dijeron sí.
Czaplicki considera que más que un foro, fue un acto de sumisión de los candidatos al sector empresarial cruceño.
“Lo que vimos fue un acto cerrado entre la clase política y un puñado de empresarios que representan a menos del 1% de la población, pero que concentran el 25% del diésel subvencionado y buena parte del poder económico y mediático. Soyeros, ganaderos, azucareros, operadores de transgénicos, banqueros con tierra, agroexportadores… los mismos de siempre. Menos de 25.000 productores de soya, 40.000 ganaderos, con apenas unos miles de empleos formales (4000 en la soya), copando el escenario y dictando agenda nacional”, escribió.
También te puede interesar:
