De izq. a der., Pablo Salazar Canelos, Juan Carlos Núñez y Fabián Yaksic.
El Censo de Población y Vivienda, realizado en marzo del año pasado y cuyos resultados se conocieron hace poco, reveló una Bolivia más urbana, con baja fecundidad y con brechas entre el campo y la ciudad en cuanto a necesidades básicas satisfechas.
Esos elementos fueron analizados en el más reciente programa Sumando Voces en Directo, del que participaron el representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Pablo Salazar Canelos; el director de la Fundación Jubileo, Juan Carlos Núñez; y el analista en descentralización, Fabián Yaksic.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) había proyectado una población de 12,3 millones de habitantes, sin embargo, el censo solo encontró a 11,3 millones de personas, lo que en criterio de Juan Carlos Núñez es una diferencia “bastante grande” que debería ser esclarecida.
Pablo Salazar Canelos atribuye esta situación a tres factores: la caída en la tasa de fecundidad, las muertes por el covid y la migración.
En el aso de la caída de la fecundidad, lejos de ser una mala noticia, Salazar Canelos advierte un signo de empoderamiento de las mujeres, que cada vez se acercan más al ideal entre los hijos que quieren tener y los que tienen realmente.
Señala que, desde el 2016, la fecundidad ha caído de 2,9 hijos por mujer a 2,1 hijos por mujer. Y, la cantidad de hijos que las mujeres quieren tener es 1,9.
El segundo factor, es decir, las muertes durante la pandemia, restaron 250 mil personas a la población boliviana, mientras que la migración habría alejado del país a 300 mil personas entre 2012 y 2024.
Núñez considera que estos aspectos eran previsibles, pero que no fueron tomados en cuenta en la proyección. Asegura que la diferencia en América Latina entre la población proyectada y la censada suele ser de 5,7%, pero que en Bolivia está en el orden del 8%.
Por ese motivo, sugiere que se realice una encuesta poscensal, sin embargo, Salazar asegura que la encuesta ya se hizo y que se detectó que la omisión censal fue menor al 3%.

Población más urbana, pero no lo suficiente
Fabián Yaksic comenta que si bien el censo ha establecido que la población urbana es del 69% (2 puntos más que el 2012), las proyecciones indicaban que llegaría al 70 ó 75%. Considera que la diferencia puede deberse a que el censo se realizó en sábado y que eso permitió que mucha gente se desplace hasta áreas rurales para hacerse censar. Solo en La Paz, dice citando al INE, se habrían trasladado unas 200 mil personas y por ese motivo hay municipios como Nazacara de Pacajes con un crecimiento poblacional del 500%, o Achocalla, con 100% de crecimiento.
Salazar considera que se debe corregir la modalidad del censo, que debería ser más prolongado y no realizarse en un solo día.
Brechas campo ciudad
Otro de los datos que revela el censo es la brecha entre campo y ciudad en cuanto a necesidades básicas satisfechas, con la que se mide el índice de pobreza. Según los datos, el 26% de la población urbana tiene sus Necesidades Básicas Insatisfechas, mientras que en el área rural ese porcentaje se duplica y llega a 58%.
Las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) miden los accesos a educación, salud, agua potable, desagüe, calidad de la vivienda. Salazar Canelos destaca las mejoras, pero considera que 10 años es un período muy corto para resolver el problema estructural. “Se puede ver avances, pero evidentemente lograr cambiar y erradicar, por ejemplo, la extrema pobreza o garantizar el 100% de cobertura de agua potable, de saneamiento en todo el país, implica programas de inversión de más largo plazo”, indica.
Por eso, considera que se debe poner énfasis no solo en esos servicios, sino en las oportunidades económicas.
Juan Carlos Núñez menciona que el porcentaje que debe importar es que tres de cada 10 bolivianos viven en situación de pobreza. “Ese debe ser nuestro principal llamado de atención para ver en qué medida podemos responder” y advierte que eso ocurre en un país que vivió en bonanza hasta el año 2014.

Otro de los datos relevantes es el crecimiento del porcentaje de mujeres en el mercado laboral, que es 7 de 10. “Es la proporción más alta de participación femenina en el mercado laboral de toda América Latina y el Caribe”, destaca Salazar Canelos, sin embargo, Núñez señala que, si bien es cierto que hay mayor participación, “no podemos olvidar que somos el país con una mayor porcentaje de la población que está en la economía informal”. En este punto llegó un comentario al programa de parte del investigador del CEDLA, Bruno Rojas, quien dijo que las mujeres trabajan “en extrema precariedad”.
Puedes ver el programa completo aquí:
También te puede interesar: