Dos comunidades tacanas fueron evacuadas este jueves por los incendios. Foto. GAM de San Buenaventura.
Los incendios forestales están expulsando a los pueblos indígenas de sus comunidades porque los territorios están siendo quemados para ser habilitados para la agricultura, en el marco del nuevo Plan de Uso de Suelos (PLUS), que en primera instancia fue aplicado en Santa Cruz y que ahora está siendo ejecutado en Beni, denunció el director del Centro de Estudios Jurídicos de Investigación Social (CEJIS), Miguel Vargas Delgado, en el programa Sumando Voces en Directo, este jueves.
“La presencia de fuego en comunidades indígenas está generando situaciones que están llevando a que muchas comunidades tengan que dejar sus territorios, sus espacios de vida”, declaró Vargas, quien citó el caso de las comunidades del pueblo Ayoreo que el año pasado migraron a ciudades intermedias porque habían sufrido la quema de todos sus predios por tercera vez.
La situación puede volver a repetirse este año porque los predios y medios de vida de varias comunidades han sido quemados. Por el momento, se están produciendo evacuaciones de emergencia, pero se anticipa una crisis alimentaria y de agua, que puede derivar en migraciones de largo plazo o permanentes.
El vicepresidente de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz, Lino Illimuri, dijo que “ese es un riesgo al que estamos entrando los pueblos indígenas porque hay comunidades que han perdido todo, en algunos casos no tendría sentido vivir así, porque tendrían que ver otra manera de subsistencia”.
El dirigente, que también participó del programa Sumando Voces en Directo, dijo que luego del fugo “se viene una crisis alimentaria y de agua” y, en función a eso, se van a tener que tomar decisiones desde los pueblos indígenas y las organizaciones que los agrupan.
El representante anticipa que para los pobladores habrá “graves daños con los incendios porque se han perdido sus cultivos, sus platanales, su sustento familiar y solamente han quedado sus casas”. Y, algunos incluso han perdido sus casas.
Por eso, Vargas propone derogar el “paquete de leyes y normas incendiarias”, que son llamadas así por la sociedad civil y los pueblos indígenas porque promueven la ampliación de la frontera agrícola.
Acotó que solamente este año se han perdido 3 millones de hectáreas por incendios forestales, mientras que el 2019, esa cifra fue de 6 millones de hectáreas. El especialista indicó que los incendios en Beni aumentan en un 30% cada año producto de la aplicación del nuevo PLUS.
“Las normas incendiarias evidentemente deben ser abrogadas, no podemos mantener este paquete normativo porque si lo hacemos vamos a estar recurrentemente, entre septiembre o diciembre, haciendo una cuantificación de la superficie quemada”, expresó Vargas.
Vargas y el dirigente Illimuri coincidieron en que el modelo extractivista es el causante de fondo de esta crisis climática.
La causa “encuentra su origen en el modelo de desarrollo extractivista, en esta apuesta del Estado boliviano por ampliar la frontera agrícola, por habilitar áreas que tradicionalmente no tienen la vocación de monocultivos, o extender la ganadería donde constituyen territorios indígenas”, explicó Vargas.
Illimuri corroboró que los pueblos indígenas se sienten presionados por las actividades extractivas de diverso tipo, entre ellas, la minería del oro, que contamina los ríos, los peces y los cuerpos de los indígenas del norte amazónico.
La emergencia por los incendios
El dirigente Illimuri indicó que los pueblos indígenas se encuentran en emergencia por los incendios y que el desplazamiento dispuesto por el gobierno para atender la emergencia es insuficiente.
“Han llegado 80 bomberos antes de ayer (a Rurrenabaque), pero son varios puntos (de incendio), no alcanza para poder llegar a todos los puntos donde están los incendios”, dijo el dirigente, quien, además, pidió la declaratoria de desastre nacional para atender la emergencia.
Al respecto, el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, informó que el Gobierno se desplazó al norte del país para instalar un comando de incidencias y de esa forma atender la situación. Sin embargo, descartó la declaratoria de desastre nacional.
“De momento está aún descartado que podamos declarar desastre nacional para pedir a las instituciones internacionales ayuda”, dijo Novillo a El Deber radio.
La crisis climática que se vive en el país no sólo tiene que ver con los incendios forestales, sino también con la aguda sequía que existe en el territorio nacional y con las altas temperaturas. Por ejemplo, Illimuri dijo que en Rurrenabaque la temperatura supera los 40 grados centígrados.
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