Yenny Escalante y Sandra Mamani
Dos jóvenes talentos, Rubén y Valentina, están dejando una huella imborrable en la lucha por los derechos de la niñez en las ciudades de Oruro y Cochabamba. A pesar de su corta edad, ambos adolescentes, de 16 y 14 años respectivamente, han logrado destacarse por su dedicación y compromiso con esta causa y, por eso, Sumando Voces cuenta sus historias este 12 de abril, en homenaje a los niños y adolescentes que luchan por sus sueños.
Rubén Díaz Cabrera, originario de Oruro, viste pulcro con su uniforme escolar. Desde el segundo piso de su unidad educativa observa a su alrededor, con la esperanza de lograr mejores días para la niñez y adolescencia de su departamento. Se para firme y habla con propiedad, al punto de aparentar mayor edad. Esa solvencia se debe a su formación desde pequeño.
A sus tres años aprendió a leer, y a sus cuatro ya daba charlas sobre los derechos de la niñez y la adolescencia. Con su corta edad ya ha impulsado proyectos de ley en favor de la niñez. Su pasión por el activismo y la defensa de derechos humanos lo ha llevado a acercarse a instituciones para buscar apoyo, como el Defensa de Niños y Niñas Internacional – DNI Bolivia, ya que vio este vacío en el Estado.
“Los niños, muchas veces, no son tomados en cuenta debido al machismo y al adultocentrismo presente (…) El Estado también no brinda el apoyo necesario (a este sector), y por eso debemos recurrir a otras instancias”, manifestó.
Por otro lado, Valentina Méndez Pamuri, nacida en La Paz y actual residente de Cochabamba, ha destacado por su participación en actividades curriculares y extracurriculares, pero principalmente por su liderazgo que inspira a sus pares a alzar la voz y luchar por un futuro más igualitario y justo para la niñez boliviana. Sueña con ser presidenta de Bolivia y para ello, asumió acciones concretas, como ser secretaria de Prevención de Violencia del Comité Municipal de la Niñez.
Al hablar no muestra nerviosismo, por el contrario, la seguridad la caracteriza a cada instante, y eso la llevó a convertirse en conductora del programa infantil “Alcemos nuestra voz”, promovido por el DNI.
“En la zona Sur hay muchas fallas, principalmente en los colegios, no hay esa ayuda a los niños porque no los escuchan, no saben cómo tratarlos, en discapacidades, sobre todo, es una lucha constante la que yo tengo con eso. Es necesario que tengan profesores que les entiendan, porque la economía de los papás no es la suficiente como para mandarles a una escuela particular sólo para ellos”, reflexionó Valentina.
Ambos adolescentes han sido reconocidos por su valioso aporte a la sociedad, recibiendo múltiples premios y reconocimientos locales por su trabajo en defensa de los derechos de la niñez. Su compromiso y determinación son un ejemplo inspirador para todos los adolescentes bolivianos, demostrando que la edad no es un impedimento para generar un cambio positivo en la sociedad.
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