María Isabel Caero P.
En este 8 de marzo, el mejor homenaje que se puede hacer desde el Estado es reconocer a las mujeres y sus aportes, pues son las que dan y cuidan la vida, sin embargo, es justo mostrar que tienen grandes dificultades y las principales son la discriminación y la desvalorización, pero también tienen problemas de injusticia. En este artículo se expondrán los diferentes problemas que tiene la vida de las mujeres en la ciudad.
Es una realidad afirmar que en las políticas en general, tanto nacionales como locales no se considera a las mujeres como sujetos de derechos para ser parte sustantiva en la aplicación de medidas que las consideren en igualdad de condiciones que los hombres, por ello es importante desarrollar políticas para conseguir mayor equidad e igualdad para ellas.
Avaladas por conceptos del urbanismo feminista y de un trabajo de mucho tiempo en relación a la mujer y la ciudad, en esta oportunidad se parte de visibilizar los principales inconvenientes que tienen las mujeres en sus ciudades. Y ¿cuáles son esos problemas?
Una de las contrariedades que atraviesan las mujeres en la ciudad y en los gobiernos municipales es que no se las considera como sujetas de derechos en los procesos de planificación y gestión del territorio, y generalmente están excluidas de estas acciones. Es decir, no son reconocidas como ciudadanas plenas,
Entre otros problemas se identifican los siguientes:
Las mujeres viven con miedo en la ciudad por la violencia e inseguridad a las que están sometidas en los diferentes espacios urbanos, en la calle, en las plazas, en las movilidades del transporte público, por el acoso y las violaciones y en las propias viviendas por la violencia doméstica y los feminicidios.
Los sistemas de movilidad urbana existentes en las ciudades no son respuestas eficientes a sus necesidades de transporte y múltiples traslados, pues sus movimientos tienen diferentes rutas y no son de una sola ruta.
En relación al acceso a los servicios básicos se ve limitado por problemas de titularidad de la vivienda y su limitación en cuanto a tener equipamientos se basa en la poca consideración de sus demandas y necesidades en el diseño de ellos por los gobiernos municipales.
Asimismo, los técnicos y los gobiernos no ven la necesidad de resolver los problemas de cuidado y de trabajo doméstico que por la división sexual de trabajo recae solo en ellas, lo que les genera una doble y hasta triple jornada.
Otro problema fundamental es que las mujeres se insertan en trabajos muy precarios, generalmente en el sector informal y por lo tanto no reciben apoyo estatal para mejorar sus ingresos y su situación económica
Algo muy grave es que no tienen acceso al suelo y por lo tanto tampoco a la viviendan especialmente las madres solasn jefas de hogarn y es muy común que vivan junto a sus hijos en condiciones inseguras y frágiles.
De la misma forma, el uso de los espacios públicos y de recreación está limitado porque no piensan en ellas al momento de diseñarlos y construirlos y lo peor es que les ponen candados.
En el último tiempo en la ciudad de Cochabamba las mujeres han constituido el Colectivo Urbano Cochabamba por el Cuidado de la Vida y del Medio Ambiente y se han propuesto desarrollar Bosques Urbanos en la ciudad, de esta manera ya se despliega el Bosque en Ex Matra y se apoya en la defensa del parque del Arquitecto. Estas acciones redundarán en una mejor calidad de vida y el mejoramiento del aire para respirar.
En cuanto al abastecimiento, los problemas radican en que existe una oferta reducida, mal distribuida y sin servicios adecuados.
El tema medioambiental tiene repercusiones diferenciadas para hombres y mujeres, sin embargo, no se cuenta con estudios ni acciones para mejorar estas condiciones especialmente en la época del embarazo, y normalmente ellas no participan en la elaboración de planes para enfrentar el cambio climático y la prevención de riesgos.
Pero uno de los aspectos más importantes que se debe considerar en la planificación es que se distribuya el presupuesto municipal de manera equitativa y mediante acciones afirmativas para solucionar los problemas más álgidos que tienen las mujeres, las propuestas y proyectos para mujeres deben contar con los presupuestos necesarios
A nivel nacional y verificando que hay un sistema patriarcal que se constituye en el principal obstáculo para conseguir políticas justas y equitativas, el primer compromiso que deberían adquirir los gobiernos municipales especialmente, así como los otros niveles de gobierno, es proponer la despatriarcalización en las políticas y en la sociedad misma, tarea difícil indudablemente pero no imposible. Porque solo de esta forma se podrá decir que hay un compromiso real para mejorar la situación y condición de las mujeres y no solo para acordarse el 8 de marzo o el 11 de octubre para regalarles flores.
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María Isabel Caero es arquitecta.
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