Foto referencial: CEJIL
En un comunicado emitido en ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos, que se conmemoró este domingo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llamó a proteger la independencia judicial, en el entendido de que la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos son interdependientes, constituyendo elementos esenciales para alcanzar la paz, estabilidad y desarrollo en la región.
“En esta tríada, la independencia del sistema judicial, se reviste de una protección especial al actuar como salvaguardia contra los abusos de poder, prevenir la discriminación y garantizar la igualdad ante la ley”, indica la entidad.
La CIDH agrega que “un sistema judicial independiente contribuye a prevenir la impunidad en casos de violaciones a los derechos humanos. Como reflejo de este compromiso, los Estados de la región, al adoptar la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, se comprometieron a avanzar en la consolidación de instituciones independientes que salvaguarden la justicia y los derechos humanos”.
La Comisión advierte que, pese a la vigencia de estos principios, “en muchos países se observan ataques a la independencia judicial, manifestándose a través de iniciativas legislativas para acortar anticipadamente el mandato de operadores de justicia, destituciones congresales mediante procesos sumarios y sin motivación, juicios políticos basados en figuras ambiguas, actos de acoso motivados por género u origen étnico-racial, traslados, reasignaciones de funciones sin fundamento, hostigamientos, amenazas, apertura de procesos penales y disciplinarios, así como detenciones arbitrarias en represalia por el actuar independiente en funciones jurisdiccionales”.
En el caso de Bolivia, la justicia se encuentra en una severa crisis de credibilidad por su dependencia del poder político, situación que se ha agravado porque no hay acuerdo político para reemplazar a los actuales magistrados, que terminan sus gestiones el 31 de diciembre.
En este contexto, la CIDH destaca que las personas operadoras de justicia son actores fundamentales en el sistema de pesos y contrapesos. “Ellas desempeñan un papel crucial como controladores de la convencionalidad, constitucionalidad y legalidad de los actos de otros poderes públicos”, indica.
Por eso, en el Día de los derechos humanos, la Comisión insta a los Estados “a redoblar sus esfuerzos en la consolidación de democracias que aseguren la total independencia del sistema judicial. Esto incluye la promulgación de leyes y políticas públicas que respalden de manera práctica y efectiva el trabajo de las personas encargadas de administrar justicia, sin permitir intimidación o interferencia alguna”.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
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