Niños, niñas y adolescentes sufren violencia en cuatro espacios

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Rodolfo Huallpa

Por Rodolfo Huallpa

Niños, niñas y adolescentes sufren violencia en cuatro espacios cotidianos: al interior de la familia, en la escuela, en el trabajo y en la calle, de acuerdo con el estudio “La perspectiva y límites de la política pública para enfrentar las causas de la violencia y la discriminación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en Bolivia”, escrito por la investigadora Claudia Navarro y publicado por UNITAS.

Violencia intrafamiliar

El estudio, que recopila otros relacionados con la temática de violencia contra menores de edad, detalla que la violencia intrafamiliar se da cuando “la relación de abuso es crónica, permanente y periódica. Una de las principales características de una familia que presenta violencia es que su organización jerárquica es fija o inamovible. Además, sus miembros interactúan de acuerdo a patrones rígidos impuestos por el sistema familiar”.

¿Quién ejerce más violencia en el hogar?, el estudio (que cita la investigación “Violencia contra la niñez en Bolivia” de Torres, H.) señala que es la madre, al ser ella la que se queda más tiempo con los niños en el hogar.

“Según estimaciones iniciales presentadas por el Instituto Nacional de Estadística, en el informe de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2003, más del 75% de las mujeres afirman que en su hogar la madre biológica es quien castiga a los niños y niñas, frente al 53% de los hombres”, se destaca en el texto.

La violencia física, psicológica y/o de negligencia, son los más empleados al interior de la familia. El castigo caracterizado como negligencia, hace referencia a la privación de alimentos, encierro, trabajo adicional, dejarlos fuera de casa, suspensión de asignación monetaria, etc.

Pero hay algunos factores que ahondan la violencia intrafamiliar. El estudio refleja, por ejemplo, que las trabajadoras manuales tienden a cometer más actos de violencia contra sus hijas e hijos; las madres con mayor instrucción (9 cursos o más) aplican menos castigos violentos y las familias con más de cuatro hijos ejercen más violencia contra éstos.

Las consecuencias de ejercer esta violencia son el retraso del desarrollo cognitivo en la escuela o desencadenar cuadros depresivos cuando los niños se convierten en adultos.

Violencia en el trabajo

El estudio cita al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) para señalar los casos de abusos y discriminación que sufren niños y niñas que están insertos en el mercado laboral debido, primordialmente, a carencias económicas o a familias disgregadas, ya sea por la migración u otra causa.

Esto los hace vulnerables y a ser personas con carencias en, por ejemplo, servicios básicos. Además, a partir de esta realidad es que se ahonda la pobreza, la desigualdad y la exclusión social.

Violencia en las calles

“Otro de los espacios donde se genera violencia y maltrato en contra de niños, niñas y adolescentes es el espacio público de la calle, que no solo representa una forma espacial, sino una construcción social con múltiples dimensiones que tiene particulares funciones y significados sociales en términos de ejercicio del poder y de resolución de conflictos para quienes la habitan”, señala el estudio “Violencia a Niñas y Adolescentes en las Calles de El Alto” del PIEB, citado en el presente libro.

¿Cuáles son las violencias que imperan en las calles? Está, por ejemplo, la violencia machista y sexual, predominantemente, toda vez que son las niñas y las adolescentes las más vulnerables al ser sometidas a estos “flagelos sociales de la subcultura de la calle”. Estas agresiones, no obstante, son ejecutadas no solamente por sus similares, sino también por policías que las acosan, chantajean, presionan y abusan de ellas a través de su autoridad, señala el estudio.

“En el caso de niñas y adolescentes en situación de calle víctimas y posibles víctimas del abuso sexual que resultan ser ‘como que no existen… agresiones sexuales permanecen bajo la sombra o el silencio cómplice de la sociedad’”, añade el texto.

Violencia en las escuelas

Otro de los escenarios donde la violencia es persistente en contra de niñas, niños, adolescentes y jóvenes es la escuela, donde los casos se remiten al bullying, la discriminación racial y cultural. Pero estos problemas, propios del ámbito educativo, se hacen más virulentos cuando los padres abandonan a los hijos por trabajar, no hacen un acompañamiento académico por falta de tiempo o formación e incluso por falta de recursos.

El texto hace referencia a casos de padres que no pueden cubrir si quiera las necesidades básicas de sus hijos, lo cual afecta en su desarrollo y desenvolvimiento en el ámbito educativo y los hacen víctimas de violencia por parte de sus similares. A esto se suma la violencia ejercida por profesores y personal administrativo de las escuelas.

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