Amparo Carvajal dentro de la Asamblea de DDHH, junto a integrantes de la vigilia que la acompañó en el proceso de recuperación. Foto: Vigilia
La presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDH), Amparo Carvajal, luego de haber recuperado la sede de la institución, anuncia que dará “un paso al costado” para que, desde 2026, la entidad tenga nuevos líderes.
“Es un nuevo tiempo y los cambios deben estar a la altura. Por eso, mi última misión es traspasar el mando a un nuevo comité ejecutivo que inicie una nueva historia sin olvidar la historia de la Asamblea”, señala un comunicado firmado por Carvajal.
Expresa que su deseo es que el 2026 “iniciara así, con nuevos líderes a cargo de la Asamblea, gente honesta y responsable, que mantenga viva la Ilama de los DDHH”.
La Presidenta, de 86 años, espera “una transición ordenada, transparente y segura” y, en ese marco, expresa su deseo de “dar un paso al costado con la tranquilidad de saber que la Asamblea queda en buenas manos sin riesgo de ser cooptada ni instrumentalizada, ni de dejar de cumplir el fin para el cual fue creada”.


En junio de 2023, la sede de la Asamblea fue tomada por un grupo afín al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y, desde entonces, Carvajal no ha dejado de luchar para recuperar el inmueble. Permaneció en vigilia en la calle, luego los usurpadores fueron desalojados a instancias de la Embajada de España, pero el inmueble quedó bajo control de la Policía, por lo que Carvajal se instaló en la calle para continuar con su trabajo. Finalmente, este jueves 20 de noviembre, es decir, dos años y cinco meses después, el presidente Rodrigo Paz devolvió las instalaciones a Carvajal.
En la nota enviada a este medio, Carvajal, afirma que tuvo que luchar de manera intensa y solitaria porque no tuvo el apoyo ni siquiera del comité ejecutivo nacional. “Por el contrario, fue una experiencia ingrata, llena de acusaciones, reproches y acoso permanente para que abandone la lucha; sufrí agresiones y principalmente decepciones muy grandes”.
Señala que ella no podía haber tranzado con quienes “usurparon la representación legal de la Asamblea”.
Señala que la justicia se encargará de los usurpadores porque ella se encargará “de recomponer la vida institucional convocando a nuevos miembros que día a día han demostrado su apoyo, personas que comprenden el sentido real de la defensa de los DDHH, que son generosas no mezquinas, que son comprometidas no interesadas, que son respetuosas y coherentes para reconstruir la Asamblea”.
Señala que en esta tarea “no están invitadas las personas que traicionaron nuestra causa, ni quienes formaron parte de la estructura pasada. Están convocadas personas y organizaciones sin militancia política, independientes, honestas y comprometidas con la promoción y defensa de los derechos que es la labor de la Asamblea”.
“¡Se hizo justicia! Gracias al nuevo gobierno por ayudarnos a recuperar la esperanza”, concluye Carvajal.
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