«Los jóvenes fueron los ojos de la democracia»: Crónica en  primera persona sobre la observación electoral

Democracia

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Sumando Voces

Erika Quispe Carlo


El 74% de los observadores electorales de La Paz fueron jóvenes. Los jóvenes no somos apáticos de la política, pero, sin duda, buscamos espacios donde realmente podamos aportar, por ejemplo, en la Misión de Observación Electoral (MOE) de Fundación Jubileo, una iniciativa que surge con la misión de aumentar la participación y confianza ciudadana, y que se rige por los principios de objetividad, imparcialidad política y no interferencia. Esto significa que los observadores verifican el proceso electoral, no pertenecen a ningún partido y son invisibles, pero se percatan de cada detalle de la jornada electoral. Esta práctica ciudadana se convirtió en un espacio donde los jóvenes fueron los ojos de la democracia.

Mi experiencia previa en la MOE de Fundación Jubileo fue en las Elecciones Judiciales de 2024, tras haber aprobado el curso Internacional de Especialización en Administración, Gestión, Control e Integridad de Procesos Electorales en América Latina y en Bolivia. Ser observadora electoral me acercó a mi zona y a mis vecinos, con quienes tuvimos un encuentro en el conteo de votos de esa jornada electoral. Fue una oportunidad para involucrarme de manera más activa con la junta vecinal y comprender desde adentro el valor del trabajo ciudadano en la vigilancia democrática.

En las Elecciones Nacionales del 2025 asumí el rol de Coordinadora Departamental de los Observadores Electorales de La Paz. Mi trabajo me involucró en la preparación de la MOE para la jornada electoral, tanto para la primera vuelta como para la segunda vuelta, caracterizado por un trabajo arduo, minucioso y, sobre todo, lleno de compromiso, además de acompañar a cada observador y observadora en las capacitaciones, compartir esfuerzos y construir lazos.

En esta segunda vuelta, en el departamento de La Paz, en un trabajo en equipo junto al también coordinador departamental Jusain Medina, hemos logrado llegar a 16 municipios, tres más que en la primera vuelta: Achacachi, Achocalla, Batallas, Calamarca, Caranavi, Coro Coro, Coroico, Mecapaca, Palos Blancos, Patacamaya, Pelechuco, Achocalla, San Buenaventura, Santiago de Huata, y por supuesto La Paz y El Alto. Lugares donde además de cumplir con nuestra labor, se han forjado amistades y una gran red de confianza que está dispuesta a continuar con este rol en otros procesos democráticos y sobre todo poniendo en práctica la participación ciudadana.

El año 2019 estuvo marcado por una profunda desconfianza hacia el proceso electoral. Hasta ese momento, no existían iniciativas sólidas de observación ciudadana en el país, algo que hoy entendemos como fundamental para fortalecer nuestra democracia.

Ser observadora electoral en tu propio país es, sin duda, una forma de participar activamente, ejerciendo el control social y velando por la transparencia de los procesos. Desde entonces, la idea de participación ciudadana resuena con más fuerza con mi compromiso ciudadano, compartiendo con mas jóvenes que la democracia no se limita al voto, sino que se construye desde nuestro entorno más cercano.

Durante mi rol, escuchar a los jóvenes observadores significó descubrir cada historia que reflejaba una mirada distinta sobre la participación y el compromiso ciudadano. A continuación, citaré algunas percepciones:

Odalis Yucra, desde el municipio de Viacha, compartió que esta fue su primera vez como observadora electoral y también la primera vez en presenciar el conteo de votos. “No sabía de este tipo de espacios y la verdad me gustó participar, esta vez vi de cerca cómo trabajan los jurados y cómo la gente participa. Me anima ver a más jóvenes poniendo su granito de arena y siendo parte de la historia de Bolivia”.

Álvaro Fernández, desde la ciudad de La Paz, comentó que esperaba una experiencia diferente. “Pensé que los jurados estarían reacios, pero los vi alegres, comprometidos con su labor, y eso me animó a estar atento a cada detalle”, dijo y además contó sobre el encuentro con observadores internacionales presentes en zonas alejadas, afirmando que “refleja el interés global por nuestra democracia”.

Varinia Charcas, desde El Alto, observó algo que le generó esperanza: “Vi adolescentes muy interesados en el proceso, haciendo transmisiones en vivo, preguntando a los jurados electorales, incluso notando errores en el conteo”. Para ella, estos gestos anticipan una generación futura más involucrada. “También me llamó la atención ver a un adulto mayor ciego pidiendo que se lea más fuerte el conteo porque quería saber quién estaba ganando. Realmente hubo una gran participación, sin señales de desafección política”, añadió.

Por su parte, Shaden Torrez, también de El Alto, recordó que en la primera vuelta solo fue votante, pero en esta segunda decidió involucrarse más “En esta segunda vuelta decidí ser observadora electoral porque en la primera vuelta hubo un apagón en mi zona, lo que ocasionó incertidumbre y me preguntaba que podía hacer yo, entonces un profesor de la universidad nos hizo averiguar sobre los procesos electorales y descubrí la MOE de Fundación Jubileo”, contó.

En esta segunda vuelta, la Misión de Observación Electoral en el departamento de La Paz reflejó un dato que vale la pena resaltar: la participación femenina fue predominante, alcanzando el 65% del total de observadores, frente a un 35% de varones. Pero lo más destacable fue la presencia juvenil. El 74% de quienes integraron el equipo tenía entre 18 y 28 años, una generación que decidió asumir un rol activo en la defensa de la transparencia electoral. No fueron simples acompañantes del proceso: fueron protagonistas. Jóvenes que dejaron sus rutinas para levantarse al amanecer, formarse, capacitarse y llegar puntuales a los recintos, convencidos de que la democracia también se sostiene con presencia y compromiso.

De mi rol liderando a las y los observadores electorales guardo aprendizajes y espero con entusiasmo las elecciones sub nacionales. Quiero participar no solo sufragando, sino también desde un rol donde mi experiencia previa me permita asumir con mayor compromiso la tarea de promover la participación ciudadana junto a jóvenes que decidamos no quedarnos solo en ir a las urnas a emitir el voto y esperar los resultados, sino ver de cerca cada detalle, involucrarnos desde nuestras comunidades, desde nuestras zonas, y sentir que también somos parte de este proceso democrático.

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Erika Quispe Carlo es Coordinadora Departamental de los Observadores Electorales de la MOE de Fundación Jubileo.

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