Carla Justiniano Bustillo (der), abogada de la Casa de la Mujer; Antonia Alemán Romero (centro), sociología de Casa de la Mujer, y Erick Aliaga Aldana (izq), integrante del movimiento LGBTIQ+, durante la conferencia de prensa. Foto: Captura
La Casa de la Mujer, que trabaja desde Santa Cruz, denunció este jueves que su equipo jurídico y una víctima de violencia están recibiendo amenazas de un ciudadano con vínculos políticos, debido a que la institución asumió la defensa de un joven de la comunidad LGBTIQ+, que vivió situaciones de abuso dentro de su entorno familiar.
“Abogadas de la Casa de la Mujer, quienes patrocinan el proceso legal, denunciaron que el entorno familiar del joven -particularmente su padre- ha reaccionado con hostilidad y amenazas, utilizando sus vínculos políticos para intentar frenar la búsqueda de justicia”, señala un comunicado de la institución.

La Casa de la Mujer informa que en los últimos meses el joven acudió a la institución buscando orientación y acompañamiento, luego de haber vivido, durante años, situaciones de abuso dentro de su entorno familiar”.
El equipo jurídico de la institución indica que el joven, que ahora tiene 26 años, sufrió abuso hasta sus 14 años, de parte de su hermano mayor. Luego de un proceso terapéutico decidió plantear la denuncia ante la justicia.

El acusado obtuvo libertad en su audiencia de medidas cautelares y ahora está pidiendo que el caso pase a un juzgado de la niñez argumentando que cuando sucedieron los hechos, él también era menor de edad. La Casa de la Mujer asegura que eso es falso.
Según la denuncia, el joven recibió un mensaje que su padre es gobierno de nuevo y que se atenga a las consecuencias, amedrentándolo a él y a la Casa de la Mujer.
“Estamos en alerta, la Casa de la Mujer sigue de pie, necesitamos una protección efectiva del Estado para la víctima y para las personas que defienden derechos”, señaló la abogada de la Casa de la Mujer, Carla Justiniano Bustillo.
La institución brinda al joven atención integral, acompañamiento psicológico, orientación legal y contención emocional, “refirmando el compromiso de la institución con la defensa de los derechos humanos y la búsqueda de justicia para todas las personas sobrevivientes de violencia”.
Agrega que el caso es una realidad que persiste en silencio: la violencia sexual contra las personas LGBTIQ+ suele ocurrir en espacios donde debería existir protección y cuidado. “EL miedo, la culpa y la falta de respuesta adecuada de las familias y las instituciones profundizan el daño y el aislamiento de las víctimas”, añade.
En ese marco, la institución hace un llamado a las autoridades, medios de comunicación y ciudadanía a fortalecer la prevención, atención y sanción de todas las formas de violencia sexual, especialmente aquella que afecta a jóvenes LGBTIQ+, promoviendo entornos seguros y libres de discriminación.
Conferencia de prensa de la Casa de la Mujer:
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