Abogan por la expansión de la cultura de la rendición de cuentas para lograr confianza y transparencia

Democracia

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Sumando Voces

De izquierda a derecha, Daniella Hiche, Waldo Albarracín y Mila Reynolds.

Especialistas que participaron del más reciente programa Sumando Voces en Directo, recomendaron expandir la cultura de la rendición de cuentas al Estado y a todas las instancias del país, porque de esa manera se garantiza la transparencia y se logra la confianza ciudadana.

La recomendación surgió en el marco del mes global de la rendición de cuentas de la sociedad civil, que empezó la semana pasada. En Bolivia, la red UNITAS, con 23 de sus asociadas, participó del mecanismo exponiendo su aporte al desarrollo, fuentes de financiamiento y su ejecución en proyectos favorables a la sociedad civil.

Participaron del programa, Daniella Hiche, coordinadora de la red internacional AGNA-Civicus; Waldo Albarracín, especialista en derechos humanos; y Mila Reynolds, directora ejecutiva de UNITAS.

Reynolds señaló que la cultura de rendición de cuentas “es un compromiso ético, pero también político” con la transparencia. Se trata de una cultura en la que “todos deberíamos tener que rendir cuentas, desde la sociedad civil, el Estado y diferentes niveles de gobierno”.

Daniella Hiche menciona que “todo el ejercicio de rendición de cuentas dinámica tiene que ver con demandar transparencia, pero también con ser transparente y de esa manera se logra avanzar en procesos de gobernanza más democráticos”.

Si bien este ejercicio está impulsado por organizaciones de la sociedad civil, ¿qué ocurre con el Estado? Waldo Albarracín comenta que en Bolivia, las instituciones públicas rinden cuentas con un mecanismo que “no es efectivo” y, por el contrario, en estos últimos 20 años hubo un manejo discrecional y corrupto de los recursos del Estado.

En su criterio, el gobierno ha eliminado “todo mecanismo de fiscalización real”, no solo proveniente de la sociedad civil, sino de instancias del propio estado.

En ese marco criticó que la Asamblea legislativa, cuando faltan tres semanas para que asuman los nuevos legisladores, intenta elegir a un nuevo contralor general del Estado, para dejarlo institucionalizado, y evitar que se transparente el manejo económico del gobierno de Luis Arce. Eso repercute, según dijo, en la actitud negativa de la población respecto al pago de impuestos.

Reynolds explica que “la rendición de cuentas es un mecanismo de autorregulación que ha demostrado ser muy efectivo”. Esto quiere decir que no existe ninguna obligatoriedad legal para cumplir con ese requisito, que voluntariamente las organizaciones de sociedad civil como la Red UNITAS realizan cada año.

Durante el ejercicio de rendición de cuentas que, además, fue sincrónico porque las 23 instituciones y también la Unidad de Gestión de UNITAS rindieron cuentas al mismo tiempo, estableció que entre todas las entidades, ejecutaron en 2024 un prepuesto superior a los 150 millones de bolivianos en favor de mujeres, niños, pueblos indígenas, organizaciones sociales y otros.

Según Reynolds, hacer la rendición de cuentas implica mayor legitimidad, fortalece la institucionalidad y promueve la confianza de la ciudadanía, lo que se ha visto reflejado en una encuesta de Cies Mori del 2023, cuando las organizaciones de la sociedad civil ocuparon el primer lugar en confianza ciudadana, pese al contexto difícil por el que atraviesan.

“La rendición de cuentas en el ámbito de la sociedad civil va más allá de lo financiero. Es asumir una responsabilidad de hacer pública y accesible toda la información, tanto para la ciudadanía como para el gobierno, la propia cooperación internacional, que aporta bastante en recursos para el logro de los objetivos”, explicó.

Daniella Hiche, que tiene su base en Brasil, explicó que esta iniciativa a nivel global se inició el 2017 con dos días de una campaña para dar visibilidad al concepto de rendición de cuentas dinámicas, lo que quiere decir que no se trata únicamente de reportar a los donantes, sino que tiene un alcance mayor, hacia comunidades, pares, equipo, etc.

Daniella Hiche considera que la sociedad civil ya rinde cuentas, pero que en los estados, no solo en los autoritarios, sino también en democracias bien establecidas, se generan contextos adversos al trabajo de las organizaciones. Esto a propósito del dato proporcionado por Reynolds, en sentido de que las ONGs en Bolivia se redujeron en un 90% por una ley de 2013 que impone requisitos burocráticos para operar.

“El ejercicio de rendición de cuentas sirve para generar confianza, confianza hacia los donantes con quienes trabajamos, con los pares, con los quienes trabajamos, con nuestros equipos”, por lo que el ejercicio puede ayudar a pelear con las narrativas contrarias al trabajo de la sociedad civil, explicó Hiche.

Puedes ver el programa completo aquí:

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