Investigadores: Candidatos reavivan el mito de las baterías “made in Bolivia” pese a 15 años de fracasos

Desarrollo

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Yenny Escalante

Planta piloto de litio en Uyuni. Foto/tomada de internet

Dos investigadores de la Fundación Solón afirman que cuatro partidos políticos que compiten por la presidencia en las elecciones generales de 2025 reactivan en sus programas la promesa de fabricar baterías de litio en Bolivia, una narrativa que resurge en cada ciclo electoral, pero que no se concreta desde que fue impulsada por Evo Morales hace más de una década.

Un análisis firmado por los investigadores Leonel Mamani Mendoza y José Carlos Solón advierte que estas propuestas, aunque diversas en enfoque, comparten una ausencia preocupante de sustento técnico, metas realistas y conocimiento sobre las condiciones necesarias para desarrollar una industria nacional de baterías.

La alianza LIBRE, liderada por Jorge “Tuto” Quiroga, propone crear zonas francas en el llamado “cinturón del litio” para atraer inversiones. Andrónico Rodríguez, desde Alianza Popular, habla de una “industrialización soberana” que incluiría fábricas de baterías en Potosí y Oruro. Johnny Fernández, de Fuerza del Pueblo, promete una inversión de 1.800 millones de dólares para desarrollar baterías y energías alternativas. Manfred Reyes Villa, con APB-Súmate, apuesta por acuerdos de suministro a largo plazo (‘offtake agreements’) para impulsar cadenas industriales.

Sin embargo, el análisis de la Fundación Solón señala que estas propuestas omiten aspectos fundamentales del proceso, como la producción de materiales catódicos —clave en la fabricación de baterías— y no consideran los desafíos tecnológicos, ambientales y de infraestructura que el país aún no supera.

El texto recuerda que Bolivia inauguró en 2014 una planta piloto en La Palca, con una inversión de 2,9 millones de dólares. Aunque se reportó la producción de algunas baterías entre 2014 y 2020, desde entonces no hay cifras verificables. La planta, además, no opera como una fábrica integral, sino como una unidad de ensamblaje, que incluso depende de insumos importados.

En el actual Plan de Desarrollo Económico y Social 2021–2025, el gobierno de Luis Arce establece como meta la producción de 88.000 baterías. No obstante, no hay información pública que permita conocer avances, lo que acentúa la falta de transparencia en el sector.

Los investigadores señalan que el litio representa solo el 3% del peso total de una batería, y que para consolidar una industria real se requieren otros minerales críticos como níquel, manganeso, cobalto, hierro y aluminio, además de una cadena de suministro sofisticada y acceso a patentes. Solo en 2022, cinco empresas chinas concentran cerca de 8.000 patentes relacionadas con baterías, lo que demuestra el alto grado de competencia global.

La Fundación Solón advierte que seguir alimentando el mito de las baterías nacionales sin una estrategia técnica sólida puede derivar en más extractivismo y frustración social. “A largo plazo, estas promesas incumplidas no solo impactan ambiental y económicamente, sino que erosionan la confianza pública”, sostienen Mamani y Solón.

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