Clara Masay durante su estadía en La Paz, en el foro de CIPCA. Foto: Sumando Voces
Clara Masay Méndez es una lideresa chiquitana que promueve la producción agroecológica en las comunidades indígenas como una respuesta a la depredación el medio ambiente que se acentúa año tras años con los incendios.
Masay es de la comunidad de Sañonama, de San Ignacio de Velasco, donde integra el comité impulsor agroecológico y, además, es una de las dirigentes de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia.
Hace poco estuvo en La Paz participando de un foro del CIPCA, donde habló con este medio, para explicar que los habitantes de la zona están impulsando los sistemas agroforestales y “también estamos usando las prácticas ancestrales en nuestra comunidad”, pese a la devastación dejada por los incendios.
Cuenta que el año pasado el desastre fue enorme porque se marcó un récord en incendios forestales, “pero seguimos en la resistencia, muchos animales han muerto, los árboles, los productos naturales, el incendio casi arrasa con todo”, dice.
Sin embargo, las semillas han sido preservadas y por eso los comunarios pueden volver a sembrar las plantas, aunque tratándose de árboles estos tardan años en crecer y dar frutos.
“Estamos en la resistencia y en la resiliencia, estamos superando, no es de la noche a la mañana”, dijo Masay.
La almendra chiquitana, el cusi, la acerola, la moringa y otros frutos son cultivados como alternativa sostenible. “La acerola casi no es conocida, pero tiene más vitamina C que una naranja”, asegura.
Explica que las mujeres también están organizadas para el trabajo en huertos familiares y desde ahí sacan los frutos para la venta en ferias quincenales que se realizan en el municipio de San Ignacio de Velasco.
Pero, no solo venden los frutos, sino que también adquirieron la destreza para transformarlos en mermeladas y otros productos, que poco a poco van dando el sustento a las familias.
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