Basura, aguas residuales de las casas, de los mataderos, de las curtiembres, de las industrias y de la actividad minera de El Alto, Viacha y otros municipios siguen fluyendo de manera directa a la cuenca Katari que, a su vez, desemboca en el Lago Titicaca, poniendo en riesgo la vida de las poblaciones ribereñas, advirtieron expertos en un evento denominado “Diálogos por el Titicaca, crisis ambiental y propuestas sostenibles de solución”, que se realizó la anterior semana en la ciudad de El Alto.
En respuesta, representantes del Gobierno aseguraron que están en marcha diversos proyectos y que ya lograron avances en la descontaminación de la cuenca y del lago, pero al mismo tiempo reprocharon a los municipios que se niegan a ceder terrenos para instalar rellenos sanitarios para procesar la basura.
El coordinador de la Unidad de Gestión de la Cuenca Katari, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, Daniel Rodríguez, expuso el plan de saneamiento del lago Titicaca y dijo que, en ese marco, el 2020 se empezó a construir 14 plantas de tratamiento en 14 de los 24 municipios de la cuenca Katari, pero dijo que “nadie quiere un relleno (sanitario) en su municipio”.
«Tropezamos bastante, en el tema de la basura, con lo que es la aceptación social, nadie quiere tener un relleno en su municipio, pero también hay una demanda diciendo ‘nos están contaminando con la basura que baja de El Alto y Viacha’, efectivamente, pero no aceptamos la construcción del relleno sanitario o del complejo del manejo de residuos sólidos, entonces cómo queremos atender esa problemática», dijo Rodríguez.
El anuncio de que ha disminuido la contaminación del lago provocó la molestia de los participantes del evento. Hubo quienes calificaron de falsa la información porque, según dijeron, la cuenca sigue contaminada.
Carlos Revilla, director del Instituto de Investigación y Acción para El Desarrollo Integral (IIADI), expuso la gravedad de la contaminación de la cuenca Katari, que emerge de diversas fuentes.
Indicó, por ejemplo, que la planta de tratamiento de Puchukollo de El Alto solo trata el agua de algunos distritos, mientras que las aguas residuales del resto ingresan a los ríos sin tratamiento.
Por otro lado, comentó que en los censos existe un registro irreal del alcantarillado porque la gente declara tener ese servicio, pero la verdad es que los tubos van directamente al río y no así a una planta de tratamiento.
A esto se suma que los mataderos, industrias y curtiembres no tienen plantas de tratamiento y desechan sus aguas contaminadas directamente a los ríos.
Pese a eso, hay una buena noticia, dijo el especialista de la Autoridad Binacional Autónoma del Lago Titicaca (ALT), Xavier Lázzaro, refiriéndose a que sólo el 8% del lago está contaminado, pero convocó a la gente a adoptar un cambio de actitud porque el problema y la solución, según dijo, está en cada persona.
Pese a eso, señaló que la gente está conviviendo con aguas cloacales, que pueden generar superbacterias y superhongos que, a su vez, causan enfermedades que pueden ser incurables.
¿Quiénes contaminan?
Revilla explicó que la cuenca empieza en Milluni, Tuni Condoriri, donde ya se detecta la presencia de metales, desde hace décadas atrás. “Esta agua está llena de hierro en alto Milluni (…) Toda la ladera oeste (de La Paz) tomamos esta agua”, señaló.
De ahí, el caudal fluye a El Alto por los ríos Seco, Seke y otros, hasta desembocar en el río Pallina, de Vicha, donde también se presenta el problema de la minería. Luego, toda esta descarga va al río Katari que, a su vez, desemboca en el lago Titicaca, llevando toda la contaminación que la cuenca recoge a su paso.
Pero, Revilla enfatizó que no se trata de que unos contaminan y que otros son las víctimas de esa contaminación, sino que la misma población va y viene entre el área rural y el área urbana. Por tanto, “todos deberíamos hacernos responsables”, dijo.
El especialista fue haciendo un recorrido virtual por los diferentes problemas de la cuenca. Dijo, por ejemplo, que las curtiembres, vierten sus desechos que tienen cromo hexavalente, un componente cancerígeno, mientras que los mataderos que faenan chanchos y otros animales arrojan también sus desechos sin tratamiento.
“Decir que es solo un tema del Estado es relativo, tiene que ver con la urbanización desordenada que ha tenido esta ciudad”, indicó.
Entre las industrias puso el ejemplo de Ceibo, que pese a tener una excelente imagen por procesar chocolate orgánico, arroja la borra del producto directamente a la alcantarilla.
Respecto a la planta de Puchukolo dijo que se planificó su construcción cuando la ciudad de El Alto tenía 450 mil personas, se empezó a construir cuando tenía 600 mil y se ha terminado de construir cuando la ciudad tenía casi un millón de habitantes, por lo que no abastece para tratar las aguas. Comentó que está en construcción la planta de Tacachira por lo que espera que se pueda disminuir la contaminación del río Seke.
En el evento, la coincidencia fue que la descontaminación del lago Titicaca es tarea de todos y que se requiere una acción coordinada
entre actores gubernamentales, comunidades, universidades y organizaciones, para sensibilizar y movilizar a la sociedad.
El evento fue organizado por la Autoridad Binacional Autónoma del Lago Titicaca (ALT), el Instituto de Investigación y Acción para el Desarrollo Integral (IIADI) y la Fundación TIERRA.
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