Incendio en la comunidad de La Petas de San Matías – Santa Cruz. Foto: Captura de pantalla a video difundido en redes sociales
Los incendios provocados están generando un panorama apocalíptico en el país: en las áreas rurales suman las casas quemadas, los pobladores desplazados de sus hogares rumbo a lugares más seguros y, ante la impotencia, proliferan las rogativas para pedirle aguacero a Dios y a los santos.
Entre tanto, los habitantes de las ciudades sufren por los elevados índices de contaminación, lo que ha provocado la suspensión de vuelos en varios aeropuertos y la disposición de que los niños pasen clases de manera virtual.
En las últimas horas, se han quemado al menos 10 casas en la población de Las Petas, en el municipio de San Matías, en medio de la desesperación de sus habitantes. Pero, no es el único caso en el que el fuego dejó sin hogar a la gente, ya hubo otras comunidades que fueron alcanzadas por las llamas.
«Lamentablemente, hasta el momento, se han reportado al menos diez viviendas destruidas por el fuego. Pedimos que nos envíen bomberos y cisternas para controlar las llamas. Las autoridades deben venir a presenciar este desastre de primera mano”, testimonió un vecino a través de un video.
Y, donde las casas están a salvo, el humo es tan penetrante que la gente está siendo evacuada a lugares menos contaminados, como ocurrió el fin de semana con la comunidad Palestina, del municipio de Concepción, en Santa Cruz.
La gente lleva tres meses tratando de apagar los incendios, con ayuda de bomberos y personal capacitado, pero éstos se han descontrolado y hasta ahora ha sido imposible lograr ese objetivo. La devastación ya afecta a 4 millones de hectáreas, según un monitoreo de la Fundación Tierra, aunque el Gobierno reconoce 3 millones de hectáreas quemadas.
Ante la impotencia de poder hacer algo, la gente ha salido en rogativa para pedirle a Dios y a los santos que envíe lluvias para apaciguar el fuego. Eso ha sucedido durante el fin de semana, al menos en las poblaciones de Ascensión de Guarayos y Santa Ana de Velasco.
En Guarayos, en medio de una intensa humareda, la gente sacó en hombros a la imagen de la Virgen María, recorrió la plaza principal y concluyó en las afueras de la Iglesia, donde el párroco pidió al supremo creador que ayude a controlar los incendios, según un reporte de ANF.
Los videos muestran a los pobladores de Santa Cruz rezando y cantando mientras recorren con velas las calles del pueblo.
Ciudades contaminadas
Paralelamente, los efectos de los incendios ya se sienten con fuerza en las ciudades, lo que ha provocado una contaminación excesiva del aire. De acuerdo al Índice de Contaminación Atmosférica (ICA), por encima de 200 el aire es de “muy mala calidad”, y ese es el nivel en el que se encuentra estos días Santa Cruz y La Paz.
Frente a ese panorama, la ministra de Salud, María René Castro, recomendó la suspensión de clases presenciales en los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando.
«La afectación ha aumentado en varios departamentos. Por ello, en coordinación con el Ministro de Educación, y tras la emisión del Decreto 5219 que declara emergencia nacional por incendios, hemos recomendado la suspensión de clases presenciales en Santa Cruz, Beni y Pando», señaló en conferencia de prensa.
De hecho, en Santa Cruz ya se tomó esa decisión previamente, al menos para este lunes y martes.
Entre tanto, los vuelos de varios aeropuertos han sido suspendidos por falta de visibilidad. La Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol) aplica esa medida en siete aeropuertos del país. Los aeródromos afectados son el de Rurrenabaque, Alcantarí, Trinidad, Riberalta, Guayanamerín, Cobija y Viru Viru, este último es el principal para salidas y llegadas internacionales del país.
«Las operaciones se suspendieron temporalmente a las 07:00 debido a la visibilidad que no cumplía con las condiciones mínimas de seguridad para operaciones aéreas. Las normativas y reglamentos exigen visibilidad de 1.600 metros para garantizar la seguridad de los vuelos, tanto en el despegue como en el aterrizaje de aeronaves», dice el comunicado para el aeropuerto internacional de Viru Viru, Santa Cruz, donde apenas tiene un rango de visión de 900 metros.
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